Cámara

Cuarteto Casals: “¿La fórmula del éxito? Talento, respeto, comunicación y organización”

24-05-2018
Foto: Igor.cat
En 1997, unos estudiantes ofrecieron el primer concierto de una formación que llamaron, en claro homenaje al violonchelista Pau Casals, “Cuarteto Casals”. Veinte años después, aquel pequeño grupo, integrado por los hermanos Abel y Arnau Tomás (violín y violonchelo, respectivamente), Vera Martínez (violín) y Jonathan Brown (viola) se ha convertido en una de las formaciones de cuerda más brillantes y reclamadas del mundo, con compromisos en todas las partes del planeta y encargos especiales de los grandes auditorios. Por su 20 aniversario, preparan el reto de interpretar la integral de cuartetos de Beethoven, que algunos califican de “Everest del repertorio de cámara”, un hito que ningún cuarteto catalán se ha planteado desde 1916.

Lo más sorprendente es que una formación de este nivel mantenga una organización y un estilo de vida totalmente alejados del mundo de las grandes estrellas internacionales, que es que el por proyección les correspondería. La prueba es, por ejemplo, su gran compromiso con la docencia y su disposición a escuchar a los estudiantes e, incluso, a aprender de ellos. 

Coincidiendo con la celebración de su 20º aniversario en el Auditori de Barcelona, recuperamos la entrevista realizada con ellos hace justo un año, cuando ultimaban su proyecto dedicado a Beethoven.

Barcelona Clásica: ¿Es bueno tener expectativas de llegar lejos cuando eres estudiante?
Arnau Tomás:
Creo que es mejor no limitar tus metas. Cuando los estudiantes tienen 15 o 16 años, todos los sueños están abiertos. Después, a medida que pasa el tiempo y llegas a cierta madurez, el mercado ya te pone en tu sitio. Pero, de entrada, diría a los jóvenes que no se autolimiten.

B.C. ¿Era vuestro caso? ¿Ya pensabais que algún día llegaríais a cumplir 20 años con vuestro cuarteto de cuerda?
Arnau T.
Diría que sí. Al menos, teníamos la ilusión de hacerlo.
Vera Martínez: Cuando empezamos, todos éramos muy jóvenes. Fuimos haciendo camino con el tiempo. Pero sí, desde el principio, teníamos claro que queríamos vivir de este proyecto, con todo lo que ello conlleva: el nivel, la dedicación, los viajes, etc.

B.C. Muchas veces habéis de la influencia de otros músicos importantes, como el Cuarteto Hagen, entre otros. Para vosotros, ¿es más interesante la dinámica que se establece en las masterclasses o la relación entre el alumno y el profesor habitual?
Vera M.
Ambas cosas son importantes para un músico. Recuerdo que el hecho de que personajes importantes vinieran a hacer una masterclass te motivaba mucho. Pero evidentemente también es muy importante la relación con el profesor día a día.

B.C. Los cuatro compagináis el Cuarteto Casals con la docencia y con la participación en masterclasses con estudiantes. ¿Qué os aporta esta actividad?
Jonathan Brown:
Nos ayuda, sobre todo, a tener perspectiva. Cambiar el punto de vista y mirar una interpretación desde fuera te hace más fácil entender lo que está pasando y te permite establecer prioridades y fórmulas de equilibrio. Y, después, toda esta perspectiva la aplicamos al cuarteto. Resulta especialmente importante para nosotros, porque no somos solistas. Somos cuatro perspectivas diferentes que deben encajar en un mismo discurso.
Vera M. Nosotros somos una suma de las perspectivas de los cuatro. Es diferente de la posición de un solista, que puede desarrollar sus propias ideas sin tener que consensuarlo con nadie.
Jonathan B. La docencia también nos ayuda a actualizarnos a partir del contacto con las ideas de los alumnos. Es una forma de repensar continuamente cuáles son las posibilidades de hacer las cosas.
 
Foto: Félix Broede
B.C. A lo largo de vuestra trayectoria, ¿ha habido algún punto, algún momento definitivo para vuestra proyección?
Abel T.
Nunca hemos tenido un momento que supusiera un gran salto. No hemos sido un jugador de fútbol del Barça B, que de golpe pasa a jugar en el primer equipo y se convierte en una estrella. Eso, en la música clásica, no pasa. Pero sí ha habido algunos momentos importantes, que nos han ayudado a dar un paso adelante, que han sido algunos premios en concursos, entrar en una buena agencia y grabar con el sello Harmonia Mundi.

B.C. ¿Cuál ha sido la fórmula del éxito?
Arnau T.
Yo creo que deberíamos hablar de una síntesis de fórmulas. Que un cuarteto aguante mucho tiempo es una combinación de muchas cosas.
Abel T. Evidentemente, se necesita talento. Pero también entendimiento musical y respeto.
Vera M.
Y comunicación. Y organización. En un cuarteto, la organización es aún más importante que para un solista. El trabajo del día a día es fundamental.
Jonathan B. También equilibrio y tolerancia. Cada uno tenemos nuestra propia personalidad y se debe encontrar un espacio común.

B.C. Habláis de la importancia de la organización. ¿Cómo os organizáis?
Arnau T.
Cuando empezamos a organizar el calendario de una temporada, primero bloqueamos los periodos de conciertos y distribuimos el que será el mes de viajar por Estados Unidos, el mes de viajar a Japón, el mes de viajes por Europa, etcétera. A partir de aquí organizamos el calendario de ensayos para estos conciertos. Es como el tablero del Monopoly, con casillas ocupadas y casillas vacías que se pueden ir rellenando. Y aún hay más cosas que añadir: si queremos sacar repertorio nuevo, se deben planificar ensayos para este repertorio. Lo que queda, lo dedicamos a la docencia y a nuestra actividad individual. Cinco o seis meses antes de que comience una temporada, ya la tenemos toda planificada.
Abel T. Ahora ya tenemos cerrada la temporada 2017/2018 y estamos programando cosas para 2019 e incluso 2020.

B.C. Y esta organización, ¿la dirigís toda vosotros?
Abel T
. Normalmente, sí. Este año, como había que añadir la celebración del 20 aniversario, hemos pedido ayuda. Pero lo esencial lo llevamos nosotros.

B.C. ¿También la organización de los viajes y de la agenda, el transporte de los instrumentos…?
Vera M.
Sí, sí. Todo esto lo hacemos nosotros.

B.C. La próxima temporada habéis decidido dedicarla a la interpretación de la integral de cuartetos de cuerda de Beethoven. ¿Cómo afrontáis este reto?
Arnau T.
Durante todos estos años nosotros hemos ido aprendiendo Beethoven. El trabajo básico estaba hecho. Pero la interpretación requiere de muchas decisiones, porque Beethoven es tan rico y tan variado que siempre permite añadir cosas nuevas. También estudiamos qué pueden aportar las nuevas tendencias, hacer más o menos vibrato o una aproximación más o menos historicista.

B.C. ¿Qué queréis aportar vosotros a la interpretación de Beethoven?
Arnau T.
Queremos hacer una versión donde el elemento historicista sea muy importante. Algo interesante es que queremos variar los arcos en función de la pieza, ya que, en la época de Beethoven, no se tocaba todo con los mismos arcos. Actualmente, esto de cambiar los arcos en un mismo concierto no se hace nunca.
Abel T. Además, Beethoven admite muchas posibilidades de variación: los tempos, los gestos… Son muchas formas diferentes de interpretación.

B.C. ¿Cómo será la gira internacional de Beethoven?
Jonathan B.
Los próximos meses, desde agosto de 2017 hasta enero de 2019, estarán prácticamente dedicados a Beethoven. Lo compaginaremos con otro proyecto destacado, que son los seis encargos hechos por seis salas europeas a compositores actuales para que nosotros estrenamos una obra en cada sala: el Auditorio de Barcelona, ​​el Auditorio Nacional de Madrid, el Wigmore Hall de Londres, la Cité de la Musique de Paris, Het Muziekgebouw de Amsterdam y el Conservatorio Giuseppe Verdi de Turín.
 
Foto: Felix Broede
B.C. También tenéis un proyecto con la colección de Stradivarius del Palacio Real de Madrid.
Arnau T.
Durante tres temporadas, tenemos un papel de residentes con esta colección de instrumentos, como relevo del Cuarteto Quiroga. Tenemos el compromiso de hacer dos programas al año con ellos. Son instrumentos especiales. No hay dudas de su calidad, pero se han tocado muy poco y sufren de adormecimiento. Son como bellas durmientes. Del primer día que los tocas al tercero, ya se nota una mejora.

B.C. ¿Es fácil este salto que hacéis del historicismo a la música contemporánea?
Vera M.
Nosotros intentamos combinarlo todo. Ahora hemos estrenado una obra de Francisco Coll con la Orquesta Nacional de España y David Afkham. Sí tenemos que ir haciendo pausas, porque es mucho repertorio y mucha música nueva.
Arnau T. Además, la música contemporánea es muy variada y cada compositor es diferente. En el pasado, durante las diversas etapas históricas, los compositores encajaban más en una determinada tendencia y compartían más cosas. Hoy día, aunque evidentemente hay corrientes, la variación es mucho mayor.

B.C. ¿Os habéis planteado experimentar y, por ejemplo, tocar en lugares de música moderna?
Jonathan B
. Alguna vez hemos hecho cosas parecidas, pero para apreciar un cuarteto de cuerda hace falta una buena acústica y la sonorización de un bar o una discoteca, que es muy seca, no ayuda mucho. Tampoco creo que los promotores musicales estén muy interesados. ¡Y nosotros no tenemos tiempo! Pero no estamos en contra de la idea, si se hace bien. ¿Por qué no un ciclo de conciertos en Luz de Gas, por ejemplo?

B.C. ¿Las retransmisiones por streaming y las reproducciones digitales son compatibles con la proximidad necesaria para apreciar un cuarteto de cámara?
Abel T
. Hemos hecho una grabación en L'Auditori con la integral de cuartetos de Schubert y la calidad es muy buena. Si está bien grabado, la experiencia es muy viva. Es más; con el DVD, se pueden apreciar gestos y detalles que en los conciertos no se ven.

B.C. ¿Compartís ciertas opiniones que dicen que hay que renovar la música clásica?
Arnau T.
Yo creo que lo que se necesita es darle más trascendencia. La repercusión mediática actual de la música es muy pobre. La clásica es prácticamente invisible en los medios generalistas. Antes aún había algunos programas en la televisión, aunque fueran minoritarios; ahora, ya no. Y de esta manera se crea un círculo vicioso, por el que las televisiones solo dan un determinado tipo de contenidos por miedo a perder audiencia y los espectadores no pueden conocer otras cosas.
Vera M. El problema va más allá. Yo creo que se debería hacer algo a nivel educativo. Del mismo modo que todos los niños hacen educación física, no para convertirse en atletas de élite, sino para adquirir hábitos saludables, también habría que aprender a tocar un instrumento, independientemente de que el futuro quieran ser músicos profesionales o no. La música es esencial para el desarrollo de los niños.

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