Cámara

Sabine Meyer: “Tocar el clarinete es como cantar”

01-05-2017

La alemana Sabine Meyer es historia viva de la música clásica. Figura en todos los rankings de los mejores clarinetistas de todos los tiempos y cuenta con una increíble trayectoria artística. Con apenas 24 años, se convirtió en una de las primeras mujeres en entrar en la Filarmónica de Berlín, de la mano del mismísimo Herbert von Karajan. Después, inició una carrera en solitario, que le ha llevado a actuar en todo el mundo como solista y a colaborar con formaciones orquestales y de cámara de primer nivel. Casi 30 años después de su último concierto como solista en Barcelona, Sabine Meyer vuelve a la ciudad para interpretar su obra favorita, el Concierto para clarinete y orquesta en la menor de Mozart, junto a la Orquestra Camera Musicae y el director Tomàs Grau.

 

Barcelona Clásica: Bienvenida de nuevo a Barcelona. Tu último concierto en Barcelona fue en 1989 y ha pasado mucho tiempo desde entonces. ¿Qué recuerdas de aquella actuación? ¿Has tenido otras oportunidades de volver a Barcelona antes?
Sabine Meyer:
Sí, es verdad que el concierto de 1989 fue el último como solista, pero ha habido otros con grupos de cámara. Me gusta vuestro país, vuestra gente, vuestra cultura… y vuestra comida. Tenía muchas ganas de volver como solista.  

B.C. ¿Por qué decidiste aceptar la invitación de la Orquestra Camera Musicae?
S.M.
Nunca antes he podido trabajar con ellos y con Tomàs Grau, pero me apetece muchísimo. Y siempre es un placer tocar el concierto de Mozart.

B.C.¿Qué nos puedes decir de este concierto para clarinete y orquesta en La menor? ¿Es Mozart un compositor especial para clarinete?
S.M.
Creo que, probablemente, es la mejor composición jamás escrita para instrumentos de viento. Es tan rico en ideas y emociones que cada vez que lo toco es como hacerlo por primera vez. Nunca me canso de esta obra maestra.

B.C. ¿Cómo fueron tus inicios con el clarinete? ¿Por qué elegiste este instrumento?
S.M
. Empecé a los cuatro años tocando el piano y, más tarde, me inicié en el violín también. Con 8 o 9 años hice mi primera clase de clarinete e, inmediatamente, sentí que este instrumento me gustaba mucho más que el piano y el violín. Tenía tantos colores y estaba tan directamente relacionado con la respiración… ¡Era como cantar! Me di cuenta de que era mi instrumento, de que el clarinete me estaba esperando.

B.C. Para ti, ¿cuáles son las principales diferencias entre tocar el clarinete como solista y hacerlo en una orquesta?
S.M.
En la mayoría de conciertos, la parte del solista mantiene una relación muy estrecha con las partes de la orquesta. Para mí, tocar un concierto como solista es como tocar música de cámara a un tamaño mayor. El solista y la orquesta se tienen que escuchar mutuamente y reaccionar, y esto puede llegar a ser muy interesante.

B.C. ¿Por qué los solistas de clarinete no son tan conocidos como los de piano o los del violín? ¿Es un problema de repertorio?
S.M
. Por supuesto que es un problema de repertorio. También creo que no hay tantos clarinetistas excepcionales como pianistas o violinistas, por lo que el lugar “normal” para el clarinete suele ser la orquesta o la música de cámara. ¡Pero, para mí, la mejor música! Además, los clarinetistas de la orquesta siempre son un poco solistas.

B.C. Después del concierto de Barcelona, ¿qué otros compromisos preparas para los próximos meses?
S.M.
Tengo programados algunos conciertos en solitario en Alemania y Taiwán. En verano, actuaré en varios festivales conocidos. También me hace mucha ilusión presentar en concierto mi nuevo proyecto, un programa llamado “Fantasía” en colaboración con el quintento Alliage, con cuatro saxofones y piano.

B.C. Durante los últimos 30 años, la situación social de la mujer ha experimentado muchos cambios. ¿Ha pasado lo mismo en la música clásica?
S.M. S
í, la situación ha cambiado mucho desde que empecé mi carrera. No se puede decir que las mujeres estén siendo relegadas en la música. De hecho, más de la mitad de los estudiantes son mujeres. Pero las cosas no son todavía fáciles para ellas, especialmente si aspiran a puestos destacados. Como les ha pasado a muchas otras mujeres en todo el mundo, en algunos momentos de mi vida y de mi carrera profesional he tenido más dificultades que los hombres. Pero me gustaría animar a todas las mujeres a seguir su camino igualmente.

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