Cámara

Giorgi Latso: “Toqué el piano por primera vez con 5 años y de inmediato supe que sería el centro de mi vida”

26-05-2017
Giorgi Latso nació en Tiflis, una ciudad de Georgia, en 1978, pero confiesa abiertamente que “el país de sus sueños” es Estados Unidos. Siendo un veinteañero recién licenciado del Conservatorio de Tbilisi, se trasladó a California para realizar su doctorado e iniciar una triunfal carrera como pianista y compositor.

Lo consiguió: hoy día, es una figura reconocida por la crítica, como uno de los intérpretes de referencia de Beethoven, Liszt y Debussy. Visita Barcelona para participar en el ciclo Liceu Cambra, organizado por el Conservatori del Liceu, donde impartirá una masterclass para estudiantes y ofrecerá un concierto abierto al público general.

Barcelona Clásica: ¿Por qué decidiste colaborar con la iniciativa “Liceu Cambra”?
Giorgi Latso:
Me interesa mucho colaborar con cualquier institución que proporciona un alto nivel de formación profesional a los estudiantes de música, como es el caso del Conservatori del Liceu y de “Liceu Cambra”. Para quienes aspiran a hacer de la música el centro de sus vidas, me gustaría ser como una guía para el desarrollo completo de su talento. Esto supone entender tanto las fortalezas como las debilidades de cada persona, demostrarles cómo superar sus retos, inspirarles, preservar el delicado equilibrio entre los sueños y la realidad y, finalmente, enseñar a disfrutar del arte en sí.

B.C. En tu caso, ¿fueron importantes las masterclasses con pianistas famosos? 
G.L.
Las masterclasses ofrecen a los participantes una experiencia única, muy diferente del proceso de estudio tradicional. Los músicos que tienen una larga trayectoria en este tipo de enseñanza sostienen que hay múltiples beneficios, tanto para los alumnos como para el público. Sin embargo, se suele decir que este tipo de formato es muy exigente, en el sentido de que hay muchos factores que influyen en los beneficios reales. A veces, las masterclasses con músicos menos conocidos pueden ser más productivas que aquellas que imparten artistas del pódium internacional.

B.C. ¿Quiénes fueron los profesores más importantes para ti?
G.L.
Rusudan Khodzava, Stewart Gordon, Lazar Berman…

B.C. ¿Cómo fueron tus inicios como pianista?
G.L
. Mis manos tocaron por primera vez las teclas de un piano cuando tenía tres años. Es una experiencia que recuerdo vívidamente todavía, porque inmediatamente supe que aquel instrumento iba a ser la cosa más importante de mi vida. Yo nací en una familia no involucrada en la música, pero a mí me atrajo tanto este arte que a los cinco años empecé a componer al piano y a los siete inicié las clases.

B.C. ¿Cómo es la educación musical en Georgia? 
G.L
. Desde su fundación, el Conservatorio Estatal de Tbilisi se convirtió en uno de los mayores centros culturales y educativos de Georgia. Acoge algunos de los eventos más destacados, incluyendo foros musicales, concursos nacionales e internacionales, simposios internacionales, conferencias, masterclasses, conciertos y representaciones de ópera. Hoy, el Conservatorio Estatal de Tbilisi tiene numerosas conexiones internacionales. Desde 2005, la institución se ha unido al Plan Bolonia con su sistema de créditos. No solo se ha preservado la rica tradición de cientos de año en el campo de la educación, sino que se han aplicado continuos avances de acuerdo con los estándares académicos del siglo XXI.

B.C. Para poder avanzar en tu carrera, ¿fue difícil dejar tu país, Georgia, y trasladarte a otro país?
G.L.
Creo que es importante no moverse de un sitio solo por algunas circunstancias particulares, porque, cuando llegues a tu nuevo hogar, es cuando de verdad vas a tener problemas. Cuando me trasladé a la Universidad de Southern  California para trabajar en mi doctorado, tuve mis aventuras, pero compartirlas con gente querida y en el país de mis sueños, Estados Unidos, me hizo sentido comprendido y estimado.

B.C. De acuerdo con tu experiencia, ¿qué es lo más importante para un pianista: premios, discografía o críticas?
G.L
. Es conocida la cita del pianista polaco Ignaci Jan Paderewsk: “Si pierdo un día de práctica, yo lo noto. Si pierdo dos días, los críticos lo notan. Si pierdo tres días, el público lo nota”. Así que ya puedes hacerte una idea de qué es lo más importante para un pianista.

B.C. Pero estos tres elementos también han sido fundamentales para tu carrera…
G.L.
Me siento extremadamente honorado y agradecido por recibir críticas espléndidas, premios importantes y grabaciones con compañías importantes. Todo ello aumentó la confianza en mí mismo y me brindó inspiración para hacer realidad mis sueños y desarrollar un modo de interpretación propio, innovador y creativo, fiel a lo que escucho y a lo que entiendo.

B.C.  En el concierto del 24 de mayo en el Conservatori del Liceu tocarás algunos de los compositores que han sido cruciales en tu trayectoria: Debussy, Listz, Chopin y Beethoven. ¿Es quizás Debussy en quién más has trabajado en los últimos años?
G.L
. Hay tres compositores del siglo XX que cambiaron la historia de la música, y uno de ellos fue Debussy. Esa es una razón para amarlo: la pasión, la coloratura, el control del sentimiento, los crecimientos del sonido que acaban en silencio súbito, las expresiones de éxtasis seguidas de lamentos que hacen ennegrecer el alma…

B.C. También eres compositor. ¿Crees que es un don natural para los músicos? 
G.L
. ¡No para todo el mundo, por supuesto! Un intérprete, en un momento determinado, establece una conexión con las intenciones del compositor y se realiza como personalidad artística. La perfección técnica es un don que el intérprete presenta al compositor. La última y decisiva fase de la creación musical, que es la realización concreta, depende completamente de las dotes del intérprete y de su individualidad. Aun así, pese a que las grandes personalidades creativas del pasado poseían un talento creativo puro y métodos perfectos de interpretación, normalmente encontramos una separación, y lo habitual es que en un concierto la pieza la toque el intérprete y no el propio autor.

B.C. ¿Qué nos puedes decir de tus próximos proyectos?
G.L.
Es un reto ambicioso, como intérprete y como director: grabar el ciclo completo de conciertos de piano de Mozart.
 

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