Un día, alguien decide grabarse a sí mismo tocando el piano y subirlo a Youtube. El vídeo tiene tanto éxito que ese alguien, que hasta entonces era prácticamente un anónimo, consigue seguidores en todo el mundo y acaba convirtiéndose en un pianista profesional; o, si ya lo era, da enorme salto en su carrera y logra grabar discos y actuar en los mejores auditorios del mundo. No se trata de la versión moderna de La Cenicienta; esto es ya una realidad que ha sucedido en varias ocasiones.
Repasamos aquí algunos de los casos más famosos.
Jason Lyle Black
Este pianista y compositor empezó a ganar seguidores en YouTube con unos curiosos vídeos en los que aparecía tocando el piano de espaldas. Lo que él mismo denominaba “comedia musical” acabó abriéndole las puertas de la televisión, con una actuación en el programa de Ellen Degeneres, y de la industria discográfica. En 2016 publicó su primer disco, Piano Preludes, compuesto e interpretado por él mismo. Su canal supera en la actualidad los 40.000 suscriptores y más de 30 millones de personas han visto sus vídeos. Posiblemente, el más exitoso sea este duelo pianístico con su hermana.
Valentina Lisitsa
Hasta 2006, Valentina llevaba una trayectoria clásica de pianista: nacida en Kiev, empezó a tocar con tres años y pronto se incorporó a una escuela para niños dotados para la música. Cuando acabó los estudios, ganó algunos premios y se instaló en Estados Unidos, donde obtuvo un éxito moderado como concertista. Pero, en 2016, su marido subió a Youtube un vídeo doméstico de ella tocando los Estudios de Chopin y se desató la locura. Actualmente acumula más de 359.000 suscriptores a su canal y más de 95 millones de visualizaciones de sus vídeos. En 2012, el Royal Albert Hall la “fichó” para un gran recital en solitario que fue grabado por la discográfica Decca. Desde entonces, Valentina publica un disco por año y tiene una agenda de conciertos por todo el mundo.
Kyle Landry
Cuando empezó a estudiar piano, con solo ocho años, era tan hiperactivo que nadie pensó nunca que aguantaría más de un curso. No solo fue así, sino que se convirtió en un apasionado del instrumento. De adolescente, empezó a subir a Youtube vídeos con las dos cosas que más le gustaban: el piano y los videojuegos. Sus versiones al piano de la banda sonora de videojuegos célebre empezaron a viralizarse… y se convirtió en uno de los pianistas con más éxito en Youtube, con más de 640.000 seguidores en la actualidad.
Semejante éxito le permitió dedicarse profesionalmente al piano. Hoy, es intérprete y compositor, con nueve álbumes en el mercado y hasta una línea propia de merchandising a la venta en su web. Sigue publicando regularmente sus versiones al piano de la música de películas o de videojuegos.
Vika Yermolyeva
Nacida en Kiev hace 39 años, inició su carrera como pianista clásica. Estudió en Ucrania, Alemania y Holanda bajo la tutela de reconocidos maestros y consiguió diversos premios internacionales. Lo que pocos sabían es que Vika alternaba la música clásica con una secreta devoción por el rock y el heavy metal. Un día, bajo el seudónimo de Vkgoeswild, empezó a publicar vídeos con sus versiones al piano de temas de grupos como Metallica y Guns n'Roses, y sus interpretaciones empezaron a ganar admiradores. En 2011, en Islandia, actuó por primera vez en directo en un concierto rock, junto al batería Brian Viglione. Actualmente, su carrera está completamente enfocada en su canal de Youtube y la composición de su propia música.
Philip Sear
El piano no tiene edad, y Youtube, tampoco. Este veterano pianista, que llevaba toda una vida combinando su carrera profesional en la banca londinense con pequeños proyectos musicales, empezó a subir vídeos interpretando a sus compositores favoritos, con preferencia por la música de los siglos XIX y XX. Hoy, acumula miles de seguidores y millones de reproducciones. Su canal de Youtube mereció incluso una reseña de la revista Gramophone, una de las más prestigiosas del mundo de la música clásica.
Sus vídeos no son, probablemente, los más atractivos de Youtube, pero la calidad de la música lo compensa.
