Critica

El Primer Palau: ilusión y talento joven

12-09-2018

El próximo lunes 1 de octubre arranca la 23ª edición del ciclo-concurso El Primer Palau, que sintetiza muy bien los valores que profesa la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música Catalana, materializa una de sus misiones principales y enriquece su programa artístico, ya que apuesta por jóvenes talentos recién salidos del horno y los invita a vivir una de las experiencias musicales que más les marcarán: actuar en la sala de conciertos más bonita de Europa en un ambiente de total rigor y profesionalidad.


Todos los testigos con los que hemos hablado acerca de El Primer Palau coinciden en que “es mucho más que un concurso”. Como afirma el organista Juan de la Rubia, “lugar emblemático, entradas agotadas, la tensión propia de un concierto, la emoción a flor de piel … ¿Qué motivación más necesito? Concurso? Qué concurso? ¿Dónde está el jurado? Corre, sal a tocar!”. En efecto, será un momento de la vida de los ocho jóvenes solistas o formaciones que quedará encapsulado en su memoria bajo el signo de la ilusión. Ilusión por debutar en uno de los mitos de la vida musical catalana, tal vez la sala más querida, no sólo por su belleza sino también por lo que representa para el país como ejemplo de perseverancia y resistencia. Pero también ilusión de pertenecer a una joven élite -por la calidad artística-, de formar parte de un largo listado de grandes nombres que, cuando debutaron en el Palau en este contexto, con todas sus inseguridades, complejos y -por qué no decirlo- cierta dosis de inconsciencia, marcaron un antes y un después en su trayectoria vital y profesional, como músicos y como capullos frescos que apenas descubren la luz rodeados de arquitectura modernista y vitrales por donde podrán mirar más allá, tal vez, para iniciar una carrera internacional.
 
En 1996, Lluís Millet, nieto del fundador del Orfeó Català, y Jaume Comellas, director de la Revista Musical Catalana, concibieron una programa único a nivel estatal que tendría lugar durante el otoño. Un ciclo de cuatro conciertos en los que, en cada uno, debutarían dos solistas o pequeñas formaciones y que, a su vez, tendría el incentivo de ser un concurso. En los años posteriores se añadió un quinto concierto, el del ganador de la edición pasada en la gala de entrega de premios, en metálico y en forma de proyección profesional. Pero, como afirma el cellista Pau Codina, “para mí el mejor premio fue poder tocar en el Palau por primera vez como solista” o, según opina el pianista Lluís Rodríguez Salvà, debutar en el Palau es incrementar las opciones de futuro: “Si convenimos que la máxima dificultad en la carrera musical es el acceso a las principales salas de conciertos, no podemos sino considerar que la creación y el mantenimiento de este ciclo representa una de las mayores contribuciones a la construcción del futuro de los jóvenes intérpretes”.
 
Como afirma la coordinadora del ciclo, Mercedes Conde, “la historia de El Primer Palau es una historia de éxito, porque casi todos los participantes han hecho carrera”. A lo largo de estos 23 años han sido ganadores y finalistas un buen puñado de artistas que se han desarrollado junto a primeras espadas, pero que, además, son habituales en el Palau. Nombres como Javier Perianes, José Menor, el Cuarteto Quiroga, Pau Codina, Daniel Ligorio, Juan de la Rubia, Enrique Bagaría, Josep-Ramon Olivé desfilan por el escenario con asiduidad. Finalmente, todos estos han vivido que es “Hacer un Palau”, expresión que en los años sesenta popularizaron los miembros del movimiento de la Nova Cançó.
 
Encontramos testimonios como el de los pianistas José Menor, que muestra su agradecimiento por la “gran oportunidad” que le ofrecieron, o Enrique Bagaría, que describe con recuerdo muy vivo y emotivo la experiencia, tan “mágica y especial que no se puede olvidar”, del mismo modo que para Daniel Blach, el Primer Palau era la culminación de un “sueño de infancia”, como lo fue para el barítono Enric Martínez-Castignani. Por su parte, la pianista Katia Michel reconoce que el ciclo le ha abierto muchas puertas a nivel internacional y el también pianista Javier Perianes tiene recuerdos que se mueven entre “el nerviosismo, la ilusión y la responsabilidad”.
 
El Primer Palau es mucho más que un concurso, también, según el testimonio del violinista Jordán Tejedor, que afirma que “el calor y la compañía maravillosa de la sala, el público y la organización me hicieron olvidar por completo que se trataba de un concurso, fue uno de los momentos más profundos, reconfortantes y entrañables que recuerdo en un escenario”, del mismo modo que está de acuerdo la clarinetista Ona Cardona, que afirma que es una experiencia que “queda lejos de la mayoría de concursos en los que sólo se respira competitividad”, pero siempre se mueve en la estricta profesionalidad.
 
La edición de este año destaca por una alta participación de candidatos catalanes, como el Duo Vallès Vera, Roger Morelló, Bernat Prat, Mazik Duo y Joan Seguí -menorquín que ha estudiado en Cataluña. Cada vez más, las formaciones proponen programas más atractivos e interesantes, como por ejemplo con el hecho de incluir una pieza de un componente del grupo, lo que demuestra que hay un gran interés en la composición en la actualidad. Esto ocurrirá el día 1 de octubre con el Trío Ramales (Pablo Díaz, violín, Gonçalo Lelis, violonchelo, Andrés Navarro, piano), que interpretará una obra del propio Díaz, el Trío para piano, op. 3, el Trío para piano en Si menor, op. 76 núm. 2 de J. Turina y el Trío para piano en Do menor, op. 8 núm. 1, “Poema”, de Shostakovich. En la segunda parte del concierto, tendremos el gusto de escuchar al organista Joan Seguí Mercadal, que, junto con la participación de Aaron Ribas en la penúltima edición, deja entrever una emergente escuela de órgano en Catalunya siguiendo la estela del del consagrado Juan de la Rubia. Interpretará la Fantasía y fuga sobre el coral “Ad nos, salud unam”, S. 259 de F. Liszt.
 
La semana siguiente, el día 8 de octubre, la guitarrista Andrea González Caballero interpretará Preludios de primavera de Clerch, Torre Bermeja, de Albéniz, Tres piezas españolas, de Rodrigo y Aire Vasco de Manjón. Y, a continuación, actuará el Duo Vallès Vera, formado por el saxofón alto Miquel Vallès y la pianista Elisabeth Vera, que tocarán la Sonata para saxofón alto y piano, de Brotons, la “Folia nuova. Lamento por George Cacioppo” de la Sonata para saxofón alto y piano de W. Albright y, finalmente, la Sonata para saxofón alto y piano de P. Creston.
 
En cuanto al concierto del día 15 de octubre, hay que destacar la actuación del violonchelista Roger Morelló, que irá acompañado de Fuko Ishii al piano para interpretar la “Danza final” de la Suite para violonchelo solo de G. Cassadó y la Sonata para violonchelo y piano núm. 2 en Fa mayor, op. 99 de Brahms. MazikDuo, formado por el clarinetista Tolo Genestar y el pianista Marco Sumsi tocarán una sonata de Weinberg, una sonatina de Schoenfield y From Jewish life de Bloch.
 
El concurso termina con el violinista Bernat Prat y el trompa Adrián Díaz Martínez el 22 de octubre. El primero interpretará la segunda Partita de Bach BWV 1004 y, el trompa, acompañado de Ikuko Odai al piano, dos sonatas de Vignery y Bowen y un Andante para trompa y piano de R. Strauss. Pero el ciclo se cierra con la presencia en el escenario, el día 27 de noviembre, de Mercedes Gancedo, la primera voz en ganar el Premi El Primer Palau, concretamente en 2017, y una de las voces más emergentes del panorama lírico de nuestro país. Nos acompañará con canción japonesa, chanson francesa, Lieder alemanes, canción catalana y una original presentación de dos ciclos de Bernstein.
 
El ciclo El Primer Palau está patrocinado por Mitsubishi Electric que, por 17º año consecutivo, da un gran apoyo a la iniciativa y, recientemente, se ha adherido Catalunya Música, que contribuye en la proyección internacional de uno de los ganadores a través de la Unión Europea de Radiodifusión y ofrece de grabar una maqueta profesional en el Petit Palau. Además de la incorporación de Joventuts Musicals de Catalunya, dirigidas por Joan Magrané, que ofrece el Premio al Mejor Intérprete de Obra de Autor Catalán, consistente en la participación en su ciclo Xarxa de Músiques. Aparte, se ofrece un Primer Premio (5.000 €), un Segundo Premio (2.500 €) o dos Accésit (1.250 € cada uno) y el Premio de la Crítica, consistente en 1.000 € en material musical.
 
El jurado de este año está formado por Xavier Pagès-Corella, Alfons Reverté Casas, Vladislav Bronevetzky, Raimon Colomer y Mercedes Conde. En cuanto al jurado de la crítica, participan Javier Pérez-Senz, Mònica Pagès, Josep Barcons, Xavier Cester y Jorge de Persia.
 
En El Primer Palau se puede presentar cualquier instrumentista hasta 27 años y cantantes hasta 30 años que envíen un currículum tanto de formación como de experiencia profesional, entreguen programas de conciertos hechos, además de material audiovisual de calidad y que, obviamente, se encuentren en un punto de madurez adecuado. Para otorgar los premios se valora un conjunto de hechos que tienen que ver con la propuesta artística y la proyección de futuro, que se mide a través del número de encargos hechos, estrenos, y qué repertorio se tiene al alcance, en especial para formaciones poco habituales.
 

Pueden ver los testimonios de los participantes de El Primer Palau aquí 

Fotos: Mercedes Gancedo (portada), Trío Ramales, Joan Seguí Mercadal, Andrea González Caballero, Duo Vallès Vera, Roger Morelló, MazikDuo, Bernat Prat, Adrián Díaz.
 
 

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Aina Vega Rofes
Aina Vega i Rofes
Editora
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