Critica

Frescura y madurez en la Cambra de L’Auditori

14-09-2018

Esta temporada, L’Auditori sigue ofreciendo una gran temporada de cámara con perlas sonoras, grandes intérpretes y programas muy bien escogidos. Destaca el ciclo de Lied de Schubert e importantes obras como la Serenata de Tchaikovsky, el Divertimento en Mi bemol mayor, KV 563 de W.A. Mozart, El amor brujo de Falla, Música callada de Mompou, el Impromptus de Schubert o los cuartetos “Razumovsky “de Beethoven, así como hay que destacar el homenaje a Robert Gerhard en una temporada de jóvenes promesas como Mercedes Gancedo, Mariona Camats, Peter Moore o Kian Soltani, nombres como Pablo Heras-Casado, Lars Vogt, Josep Colom, Tabea Zimmermann, Guihen Queyras, Ian Bostridge y formaciones de recorrido como el Quartet Casals, el Trio Arriaga, la Orquesta Da Camera o la Mahler Chamber Orchestra.
 



Continúa el homenaje a Schubert

 
La temporada pasada se inició el ciclo Schubert Lied, que se alargará tres temporadas con el objetivo de descubrir gran parte de la obra del compositor a través de voces de jóvenes talentos nacionales e internacionales que representan el futuro del género. El ciclo, que este año presenta cuatro entregas, está organizado por L'Auditori en coproducción con la Associació Franz Schubert y el Centro Nacional de Difusión Musical. El primer concierto, del 21 de octubre, correrá a cargo de la versátil mezzosoprano Marie Seidler, que permite abordar un amplio repertorio que va desde la actualidad, la música sacra, la ópera y el lied, y el reputado y veterano pianista Malcom Martineau.
 
El segundo concierto, del 4 de diciembre, tiene como protagonista el barítono suizo Manuel Walser que, aparte de ser miembro del ensemble de la Wiener Staatsoper, lleva una intensa actividad concertística en la que reserva un amplio espacio para el lied, donde es habitual escucharlo con el pianista Alexander Fleischer. El 17 de febrero está dedicado a intérpretes catalanes, como el tenor Eduard Mas y la pianista Marta Puig, ambos formados en la Guildhall School of Music and Drama de Londres. Finalmente, el 28 de marzo, el ciclo termina con el barítono alemán Ludwig Mittelhammer, surgido de la Akademie für Musik und Darstellende Kunst de Múnich, acompañado del consagrado pianista Jonathan Ware, con quien ha ganado conjuntamente el Concurso Internacional del Academia Hugo Wolf.
 

Formaciones de pequeño formato

 
El Trio Pedrell (8 de noviembre) homenajea Robert Gerhard (8 de noviembre) los tríos número 1 en Si mayor y el número 2 en La bemol mayor, obras muy tempranas, aún bajo el signo del post-romanticismo, aunque ya presentan anotaciones armónicas innovadoras y, como indica su nombre, se dedican a la difusión de la obra de Felip Pedrell y, en este caso, interpretarán el Nocturno-trío, op. 55, de gran lirismo y densidad de texturas, que nos transportan a un mundo lleno de esperanza.
 
El Quartet Casals (9 de febrero) interpretará el -programático- Cuarteto de cuerda en Do mayor, núm. 3 “El pájaro”, op. 33 de Haydn que, tal y como indica su nombre, imita el canto del animal, el temprano Cuarteto de cuerda núm. 1 en La menor, op. 7 de Bartók, que encapsula gran emoción, y el Quinteto con piano en Fa menor, op. 34, de Brahms.
 
El 21 de marzo, Rolston String Quartet, Simply Quartet y Quartour Arod interpretarán, cada uno, un cuarteto “Razumovsky” de Beethoven, con su fuerza y ​​pasión que hace sacar lo mejor de los intérpretes, combinado con una obra contemporánea relacionada con los miembros de la formación: Rolston tocará el Cuarteto de cuerda núm. 1 de Zosha Di Castri, con reminiscencias de la Kammersymphonie op. 9 de Schönberg, el Simply tocará la Scent Dance de He Zuntian, extremadamente agudo y con un punto estridente y el Arod tocará un encargo de ECHO de B. Attahir.
 
Formado por Felipe Rodríguez, violín, David Apellániz, violonchelo y Daniel Ligorio, piano, el Trio Arriaga es una de las formaciones de cámara más sólidas a nivel nacional que actuará el 30 de mayo. Interpretarán dos obras muy afines por el origen, el soviético, y la temática, la visión de la muerte. Por un lado, el Trío con piano en La menor, op. 50 de Tchaikovsky, que presenta una obra brillante, virtuosística, de tempo elegíaco que el compositor escribió a raíz de la desaparición, en 1882, de su amigo Nikolai Rubinstein y, por otro, Shostakovich escribió, en 1944, su Trío con piano en Mi menor, op. 67, que reivindicaba la paz, las muertes y el olvido injusto de la II Guerra Mundial a través de giros melódicos dramáticos y un comienzo grave y lento que expresan el dolor de la contienda.
 

Formaciones medianas

 
La temporada se abre el día 10 de octubre con la Orquesta Da Camera. La concertino alemana Antje Weithaas será la encargada de dirigir la formación en un concierto con repertorio romántico y contemporáneo que, sin ser rompedor, aporta aire fresco a la escena catalana. Por un lado, interpretarán las Metamorfosis, Estudio para 23 instrumentos de cuerda (TRV 290, AV 142) de Richard Strauss, las Variaciones sobre un tema de Frank Bridge, op. 10, de Benjamin Britten y la célebre Serenata de cuerda en Do mayor, op. 48 de Piotr I. Tchaikovsky.
 
En el centenario de su estreno, la creativa, soñadora (su claim es “Dare to dream”) e inspiradora Mahler Chamber Orchestra interpretará El amor brujo y El sombrero de tres picos, dos obras capitales de Manuel de falla que despiertan pasión y arrebato y significan el establecimiento de una nueva relación entre el sinfonismo y la música folclórica española. Será una versión grabada en una colaboración entre L’Auditori y Harmonia Mundi, siguiendo el ciclo que se inició hace tres años con el reconocido director Pablo Heras-Casado, quien ha sido invitado por formaciones como las Filarmónicas de Viena, Berlín, Nueva York, Los Angeles, la München Philharmoniker y la Freiburger Barockorchester.
 
Dirigido desde 2012 por Julia Sesé, el Coro Anton Bruckner presenta un programa titulado La luz de la nieve, en el que nos invita a un sugerente itinerario entre estos dos elementos. La primera parte, dedicada a la nieve, se adentra en obras densas y de sonoridades contemporáneas, entre ellas Sno, del compositor catalán Pol Requesens, y Un soir de neige de Francis Poulenc, composición que el coro registró en 2016. La segunda parte, dedicada a la luz, nos acerca a un repertorio más transparente y de corte neoclásico, en el que la luz se erige como fuerza creadora con las obras de los catalanes Bernat Vivancos (Lux surgido aurea) y Josep Ollé (Lux), el inglés John Rutter (Hymn to the Creator of Light) y el norteamericano Eric Whitacre (Lux Aurumque).
 

Grandes solistas

 
Esta temporada en la cámara del Auditori actuarán los cuatro integrantes del Quartet Arcanto, aunque no juntos. Recordemos que en el primer concierto actúa la violinista Antje Weithaas, y el día 13 de marzo de 2019 lo harán Daniel Sepec, violín, Tabea Zimmermann, viola, y Guihen Queyras, cello, todos ellos en primera línea internacional. En el marco de Emergents, interpretarán la vigorosa y brillante Serenata en Re mayor, op. 8 de Beethoven, el intrigante Trío para cuerda de Sándor Veress y el majestuoso y elegante Divertimento en Mi bemol mayor, KV 563 de WA Mozart, donde el compositor desarrolla movimientos líricos, la forma de sonata, el tema con variaciones, la fuga, la ópera bufa y todo a partir de temas sencillos que Mozart desarrolla con gran maestría.
 
Por su parte, el día 14 de enero, el solista de la Filarmónica de Berlín y flautista franco-suizo Emmanuel Pahud, gran fenómeno mundial presentado en 2014 en L’Auditori, y el pianista francés Éric Le Sage interpretarán arreglos de Pahud de la delicada y sutil Sonata para flauta en Do mayor, K. 296 de Mozart, las serenas y líricas Variaciones en Mi menor, D.802 “Flores secas” de Schubert que, a medida que avanza la pieza, cogen carácter y energía, así como los románticos y sugerentes Fantasiestücke, op. 73 de Schumann, originariamente para clarinete, violín o violonchelo y, para terminar, la Sonata en Fa mayor de Mendelssohn, escrita por el autor para violín, y que esconde gran expresividad y ganas de emocionar nota tras nota. Un programa del más puro Romanticismo con el toque mozartiano que siempre nos acaba de situar en la excelencia y la genialidad.
 
Otro de los alicientes de la temporada de cámara es la fructífera colaboración entre el compositor y pianista Brad Mehldau y el tenor Ian Bostridge, que catalizará el 26 de febrero en forma de composiciones que van entre la música clásica y el jazz compuestas por Mehldau como ciclo entorno el deseo humano expresado a través del amor y la adoración. Mehldau ha interpretado su música en todo el mundo en formato solista y en trío desde principios de los noventa, siempre moviéndose en la sonoridad jazzística tanto desde la vertiente de la improvisación fresca y espontánea como las piezas fijadas en una partitura. La combinación con el tenor inglés Ian Bostridge, especializado en Händel y Britten, convierten el evento en una velada prometedora y llena de sorpresas en el marco del Retrato de Artista Jazz de este año.
 
El 3 de abril tocarán la violinista Janine Jansen y el pianista Alexander Gavrylyuk, dos grandes nombres del momento tanto como solistas, en formato sinfónico o cámara. Jansen ha trabajado con formaciones y nombres como la Filarmónica de Berlín, el Concertgebow, Zubin Mehta, Daniele Gatti o Martha Argerich y presentará un programa con tres sonatas para violín, el op. 105 de Schumann, que es un reflejo de los últimos días de fragilidad emocional del compositor, tal y como revelan los semitonos del inicio de la pieza; la op. 94a de Prokofiev, un divertimento escrito en lenguaje moderno y desenfadado en los descansos del rodaje de Iván el Terrible y la Sonata para violín y piano de Frank.
 
Un jovencísimo pero consolidado Chard Hooper, ganador de la Yehudi Menuhin International Competition, nos ofrecerá, el 16 de mayo, junto al pianista David Fung, obras románticas e impresionistas, con grandes nombres de cada género. El estadounidense despierta el Debussy más maduro y con más carácter, con la Sonata para violín y piano en Sol menor, L. 140; convoca, en un solo movimiento y con un lenguaje moderno, el ambiente de las sonatas de Bach y el virtuosismo de los caprichos de Paganini en la Sonata núm. 3 en Re menor de Eugène Ysaÿe; invita a las emociones más sinestésicas y la mezcla de estilos en la Sonata para violín y piano núm. 2 en Sol mayor, M. 77 de Maurice Ravel y termina con la Sonata para violín y piano núm. 1 en Re menor, op. 75 de Saint-Saëns, un gran reto técnico que acompañó Marcel Proust y el Cantón de Swan.
 
Terminando con los nombres propios, Cambra colabora también con solistas del Festival Emergents Barcelona, ​​con protagonistas como la violonchelista Mariona Camats y la soprano Mercedes Gancedo, que actuarán el 19 de marzo, así como el trombonista Peter Moore y el cellista Kian Soltani, que actuarán el 20 marzo. Camats interpretará la Sonata para viola de gamba núm. 1 en Sol mayor, BWV 1027 de Bach, llena de gracia y vuelo, así como la brahmiana Sonata para violonchelo y piano en Mi menor núm. 1, op. 38, acompañada de Eudald Buch, una célebre, profunda y bien tejida obra. Mientras que Gancedo interpretará, seguro con mucha pasión, canciones de Carlos Guastavino, Alberto Ginastera, Xavier Montsalvatge y Leonard Bernstein con Beatriz González al piano.
 
En cuanto a Moore y Soltani, han sido escogidos Rising Stars por la ECHO (European Concert Hall Organization) para incentivar su carrera internacional y ambos coinciden en ver la música no como una profesión sino una manera de vivir. Por un lado, Moore fue el miembro más joven en entrar en la London Symphony Orchestra e interpretará las maravillosas Fantasiestücke, op. 73 de Robert Schumann, una obra de estreno de Panufnik, Cuatro canciones serias de Brahms y Medley de Gershwin (en propias preferencias de Moore), aportando frescura y vivacidad a un instrumento tan grave. Soltani tocará dos extremos muy entrelazados y fundamentales en la literatura para violonchelo: las gloriosas Suites del maestro de Leipzig y la Sonata para cello de Kodály, que contiene influencias de Debussy, Bartók y música folk húngara.
 

Obras memorables

 
El 18 de diciembre, el Apollon Musagète Quintet (Pawel Zalejski, Bartosz Zachlod, Piotr Szumiel y Piotr Skwer) vuelve a L’Auditori después de siete años, donde debutaron sus jovencísimos miembros. Ahora, ya consolidados, nos traen música germánica con Nils Mönkemeyer. Interpretarán dos quintetos de cuerda con viola de W. A. ​​Mozart, así como la primera de las suites de J. S. Bach. El Quinteto de cuerda núm. 2 en Do menor, K406 / 516b demuestra la elegancia del lenguaje del genio de Salzburgo, con una obra bien construida, sólida y de gran belleza, con un punto de tormento destilado por las dificultades económicas por las que pasaba el compositor, hecho que se plasma también en el Quinteto núm. 6 en Mi bemol mayor, K614 a pesar de ser más ágil melódicamente y algo desenfadado, con un punto de brillo y vigorosidad.
 
Por su parte, el Quartet Casals interpretará, el 9 de febrero, el Quinteto con piano en Fa menor, op. 34, de Brahms, una pieza capital para el repertorio del género. Potente y brillante, de armonías deliciosamente tejidas, despierta pasiones y nos arrastra por su arrebato. Otra cita importante será la del 21 de noviembre con Lars Vogt, que interpretará las célebres Variaciones Goldberg de J.S. Bach, construidas como un artefacto mágico y estimulador, y el encantador Impromptus, D.899 (op.90) de Schubert, que recoge todas las características del Romanticismo: pasión, contrastes, refinamiento, armonías ambiciosas, motivos interesantes y melodías dulces y amargos vez.
 
“Música callada, la soledad sonora …”, decía San Juan de la Cruz, inspirando la Música callada, de Frederic Mompou, que será interpretada el 29 de enero por el consagrado pianista catalán Josep Colom. Una música que se inspira en el impulso de encontrar aquel silencio interior que claramente refleja el espíritu del compositor a la hora de componer. Mística sonora, espacios temporales llenos de significado que nos sumergen en lo más profundo de nuestra propia (in) conciencia.
  
Dedicada a uno de los autores del ciclo, Eugène Ysaÿe, la Sonata para violín y piano en La mayor de César Frank es, probablemente, la obra más célebre del compositor. La podremos escuchar el 3 de abril con la violinista Janine Jansen, que sabrá exprimir el toque impresionista de una pieza que es, al mismo tiempo, eminentemente lírica, de giros armónicos suculentos y texturas dinámicas, y recurre a la forma cíclica.

Fotos: Quartet Casals (portada), Ian Bostrigde, Janine Jansen, Lars Vogt, Mercedes Gancedo

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