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La paridad ponderada o como ser mujer en un mundo musical de hombres

12-01-2019

El miércoles día 9 de enero a las 19h en el Club Wagner tuvo lugar el 4º Foro Barcelona Clásica para poner sobre la mesa el rol de la mujer en la música. Lo hicimos con Carmen Portacelli, Raquel García-Tomás, Beatriz Fernández, María Hinojosa y Helena Bayo, en un diálogo moderado por Aina Vega.

En un principio, esta sesión del Foro Barcelona Clásica debía tratar del triple rol de la mujer en música: como intérprete, como directora musical y como compositora. La gradación de “posesión” de la obra iría in crescendo; mientras que la intérprete se limita a descodificar unas señales y transformarlas en sonido, la directora adopta un rol más posesivo, ya que puede conducir la manera de entender la obra de la intérprete y, por último, la compositora sería la máxima autoridad. Pero esto es un pez que se muerde la cola: finalmente, la compositora queda a merced del intérprete, porque ofrece su obra en el mundo y no tiene el control del resultado sonoro. Con las compositoras actuales, las intérpretes tienen la inmensa suerte de poder discutir aspectos musicológicos y de expresión de viva voz, mientras que con compositoras de otras épocas tenemos que hacer un trabajo hermenéutico mucho más abstracto y complejo.
 
Ahora bien, aparecieron dos roles más, el de la directora de escena, que sería quien materializa visualmente la voluntad de la libretista y compositora en el mundo de la ópera y el de la musicóloga, que intenta reflexionar sobre el hecho estético y transformar ideas abstractas en material digerible para el público, el fin último de las creadoras. Absolutamente todo lo dicho sería aplicable en el género masculino. Ahora bien, las mujeres estamos en igualdad de condiciones? Obviamente no. Por eso hemos recogido varios testimonios.
 
Carme Portacelli, reconocida directora de escena de teatro y de la ópera de Benet Casablancas L’enigma di Lea, que se estrena en febrero, explicaba que muchas mujeres que llegan a la dirección escénica en el mundo de la ópera son reconocidas porque antes lo han sido en el mundo del cine. La diferencia entre el teatro y la ópera es que la música es muy matemática pero llega al corazón. En cualquier caso, hay que dirigir y crear estéticas reales e innovadoras. “Un escenario debe ser un espejo del mundo, si sólo salen Hombres, es un espejo parcial”, comentaba la directora: “Nosotros, las mujeres, estamos dentro de la proyección de la visión de los hombres”. Está a favor de la paridad -en su teatro ha experimentado un aumento exponencial de público desde que la aplico- hasta el momento en el que las mujeres estames en igualdad de condiciones y ya no necesitemos reivindicarnos. Y “en el escenario hay una responsabilidad ética y moral sobre el que se ofrece”.
 
Por su parte, la directora musical Helena Bayo, que vino al coloquio con su hijo de un año, comentaba que en determinadas profesiones las mujeres están en desventaja por haberse incorporado tarde. “Yo siempre soy la primera, y tengo que demostrar más cosas”. Sin embargo, es optimista y piensa que “pasados ​​5 minutos, la gente se olvida si eres hombre o mujer y te evalúa por tu trabajo”. Ahora bien, para alcanzar la igualdad, la mujer debe asumir un rol de liderazgo claro. La otra directora invitada, Beatriz Fernández, subdirectora de la Banda Municipal de Barcelona, ​​explica que en ambientes informales se encontró con reacciones de hombres que le han dicho: “Para tener una mujer dirigiendo al escenario ya tengo una en casa que me manda “, testimonio estremecedor, por otra parte. Hizo un repaso por las directoras invitadas esta temporada en las orquestas españolas y el panorama es desolador. “De mujeres hay, lo que pasa es que no tienen visibilidad”. Dentro de su labor de directora también intenta reivindicar mujeres compositoras en sus programas.
 
El testimonio de la soprano María Hinojosa fue impresionante, esencialmente porque Aina Vega había presentado su rol, el de intérprete, como el más partidario de todos: “Ya estamos acostumbrados a ver mujeres tocando y cantando en el escenario, y lo que está escrito para soprano, mezzo o contralto debe ser desarrollado por mujeres”. Pero Hinojosa puso sobre la mesa un tema interesante: “Sí, quizás a nivel de contratación no estamos tan discriminadas, pero el problema viene con los cachets y, sobre todo, en el momento de dar nuestra opinión”. Si eres mujer, los directores no tienen tan en cuenta tu visión como músico. Hinojosa ha hecho mucha cámara y está acostumbrada a trabajar estrechamente con los compañeros y aportar su visión, “pero en teatros grandes tu semilla se difumina. Y el rol de la mujer es mucho más pasivo hasta el punto de que te sientes cosificada”. Pero quedó claro que ella perseverar para hacer prevalecer sus opiniones.
 
La última de las invitadas, la compositora Raquel García-Tomás, expuso que hay dos realidades: la de las mujeres compositoras en la historia, que está claro que están menospreciadas y se debería hacer una tarea musicológica mucho más intensa para recuperarlas, y las mujeres de hoy que hacen música que, dentro del ambiente de su generación, están bien consideradas y “nunca me he sentido discriminada por ser mujer”. La realidad es que hay menos mujeres compositoras, por tanto, la paridad debe replantearse y formularla como una paridad ponderada, sino “perjudicas tus compañeros hombres jóvenes que también están luchando por hacerse un nombre”. Sin embargo, reconoce que ser mujer y joven induce a asociaciones por parte de los hombres como “debilidad e inexperiencia”, y “debes hacer valer para que los prejuicios son muy fuertes”. Además, hay que intentar eliminar la distancia semántica entre conceptos como “maestro”, que es muy elevado, y “maestra”, que parece más llano.
 
Finalmente, Aina Vega comentó que en el mundo de la musicología y la crítica hay muchas mujeres, pero que termina cobrando los cachets más elevados son los hombres. En el público se reivindicó que es inconcebible que cuando se presentan las programaciones no ponemos el grito en el cielo cuando vemos la escasa presencia de las mujeres compositoras, y se insistió en el tema de la paridad. Pero todos estuvimos de acuerdo en que es importante hacer pedagogía y encontrar espacios de debate como el Foro Barcelona Clásica.
 
En febrero invitamos a Christina Scheppelmann, directora artística del Gran Teatre del Liceu, y Agustí Filomeno, ex-director de marketing del Gran Teatro del Liceu, para hablar de las óperas que entran en repertorio y las que no. ¿Qué hacer? Pues venir al Club Wagner el día 20 de febrero a las 19h con ganas de debatirlo.

Fotos: Fòrum Barcelona Clàssica. Mar Medinyà
 

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Aina Vega Rofes
Aina Vega i Rofes
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