Critica

Emmanuel Pahud y Eric Le Sage, el dúo por excelencia

16-01-2019

El 14 de enero l’Auditori de Barcelona recibió el conocidísimo flautista francés Emmanuel Pahud y el pianista Eric Le Sage para ofrecernos una velada de lo más íntima impregnada de un carácter del todo romántico enmarcada dentro de la temporada de Cámara de la sala barcelonesa.

La sala Oriol Martorell de L'Auditori de Barcelona se llenó hasta la bandera para recibir el flautista Emmanuel Pahud, solista consolidado de la Orquesta Filarmónica de Berlín, junto con el pianista francés Eric Le Sage, fiel acompañante del primero.
 
Las primeras notas que llenaron la sala demostraron rápidamente que el par de intérpretes que se encontraban sobre el escenario se entendían a nivel musical y personal, y que el dúo invitado era de un altísimo nivel. La primera pieza que interpretaron fue la clásica y conocida Sonata para violín en Do mayor, K. 296 de W. A. ​​Mozart, arreglada por el mismo Pahud; y más que una sonata, la confluencia de ambas voces y timbres, convirtieron la obra en un dúo para flauta y piano.
 
Seguidamente Pahud y Le Sage dejaron atrás el clasicismo para profundizar en el romanticismo de Franz Schubert y sus variaciones sobre Trockne Blumen, D. 802, una obra que interpretaron de manera deliciosa, demostrando un trabajo profundo en el fraseo de la obra y transformando la atmósfera de la sala en algo delicado y dramático. Pahud se dejó llevar por la música y su dramatismo inicial, y a medida que se fueron desarrollando las variaciones fue desapareciendo la solemnidad inicial para acabar convirtiéndose en algo juguetón y divertido, recuperando el espíritu de la sonata de Mozart.
 
Tras recuperar el aliento y después de la pequeña pausa, Pahud y Le Sage recuperaron sus posiciones y entonaron las primeras notas de las Fantasiestücke op. 73 de Robert Schumann, arregladas para flauta otra vez por Pahud. Cualquier melómano/a ha escuchado, seguro, una de las numerosas versiones grabadas de estas maravillas musicales del maestro romántico; quizás la versión para violonchelo de Marta Argerich y Mischa Maisky? En todo caso, Pahud y Le Sage demostraron que la carrerilla que habían cogido con Schubert les daba todavía energía para emprender el fantástico viaje romántico y camerístico de la mano de Schumann.

Por último, el programa ofrecido prometía todavía otro arreglo de Pahud, esta vez de la conocida Sonata para violín en Fa mayor de Felix Mendelssohn. Pahud y Le Sage abordaron la pieza con dramatismo e intensidad para transformarla, durante el segundo movimiento, en algo solemne y casi ritual; el tercer y último movimiento, que debería marcar el final del concierto, recuperó el aliento del inicio de la pieza y a medida que se fue desarrollando, se convirtió casi en una carrera intensa y dinámica entre ambos intérpretes.
 
Después de los cinco minutos de aplausos, Le Sage y Pahud volvieron al escenario para interpretar dos propinas musicales que servirían para digerir la intensidad de la última pieza, primero un vals en la modo del cambio de siglo y después de la segunda ronda de aplausos, una barcarola que sirvió de canción de buenas noches.

Fotos: Emmanuel Pahud, Eric Le Sage. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *