Òpera

'La scala di seta' abre la temporada de los AOOS

28-01-2019

Las farsas de Giocacchino Rossini ya se han convertido en una tradición en la Ópera de Cámara de Barcelona. Los Amigos de la Ópera de Sarrià han crecido acompañados siempre de la figura del compositor italiano y han conseguido programarlo, sin excepciones, en cada una de las cinco ediciones del ciclo. En la primera, la de la temporada 2014-2015, se representó con éxito la ópera La occasiona fa il ladro, seguida de La cambiale di Matrimonio, el año posterior. En el programa de la tercera edición se le colaron dos más, Il signor Bruschino, por un lado, y la ópera cómica Le comte Ory, por la otra. El inganno felice fue la escogida para la cuarta y, para no romper la costumbre, este año se cerrará el ciclo con La scala di seta. Representar las cinco farsas que Rossini compuso entre 1810 y 1813 en cinco años era uno de los objetivos principales de los Amigos de la Ópera de Sarrià, y ahora que la han cumplido cuesta mucho esconder la satisfacción y la alegría. “Terminar el ciclo de Rossini nos hace mucha ilusión porque es la conclusión de un proyecto y de una idea”, remarca Assunto Nese, director musical y gerente de Amigos de la Ópera de Sarrià. Además de la farsa de Rossini, el programa de este año incluye Le Cendrillon, de Pauline Viardot, y Il matrimonio segreto, de Domenico Cimarosa.

Ubicado detrás de la plaza de Sarrià, en la calle del Padre Miguel, el Teatro de Sarrià es el epicentro cultural del barrio que, desde hace 112 años, potencia las artes escénicas. A raíz de la remodelación del teatro y ante la falta de oferta del género en Barcelona, ​​en 2014 nació una temporada estable de ópera de cámara que complementa la temporada del Liceu y que ha tenido tan buena acogida por parte del público que no para de crecer. “Ya hay un gran número de entradas vendidas”, explica Marta Fontanet, en representación del Teatro de Sarrià, “ya que la ópera es un espectáculo de mucha calidad y que tiene mucho éxito”. Además de ser una plataforma muy educativa y pedagógica para jóvenes cantantes, la Ópera de Cámara de Barcelona n'aplega cada vez más de consagrados y, poco a poco, se ha ido profesionalizando.

Del 2 hasta el 10 de febrero, La scala di Seta abrirá el juego con la compañía de la Orquesta Barcelona Concertante y la dirección musical de Assunto Nese, la dirección vocal y artística de Raúl Gimenez y la dirección de escena de Anna Ponces. Aunque no es la ópera de más éxito de Rossini, cuando se estrenó el compositor ya gozaba del status de maestro di cartelo. Sólo tenía veinte años y ya imaginaba una París con triángulos amorosos, encuentros nocturnos a escondidas entre amantes y escalas de seda. Representadas por la soprano Irene Mas, la mezzosoprano Nuria Vinyals, los tenores Jorge Franco y Elías Juan Ongay, el barítono Roberto Maietta y el bajo Carlos Pachón, las dos primeras funciones tendrán lugar en el Teatro de Sarrià. En la tercera y la cuarta, pero, la producción de los Amigos de la Ópera de Sarrià cogerá la mochila para hacer territorio y hará parada en el Casino Prado de Sitges, como el año pasado, y en el Teatro Conservatorio de Manresa, una de las novedades de este año.

El segundo título de la temporada, de pequeño formato, llegará casi dos meses más tarde, el último fin de semana de marzo. Se trata del rescate de una rareza, de una producción inédito desconocida por el público que adapta el cuento de Charles Perrault, La Cenicienta, con una voluntad claramente pedagógica en la formación de jóvenes cantantes. Le Cendrillon, de Pauline Viardot, es una ópera de salón original sólo acompañada por el piano de Viviana Salisi y dirigida íntegramente por un equipo formado por mujeres. En este caso, los Amigos de la Ópera de Sarrià apuestan sólo por el piano porque, como explica Assunto Nese, “económicamente no nos podemos permitir tres óperas con orquesta”.

Y, por último, Il matrimonio segreto, compuesta en 1792 por Domenico Cimarosa, se instalará en Sarrià el 18 y el 19 de mayo para cerrar el ciclo 2018 a 2019 con enredos y futuros matrimonios entre la alta aristocracia. A diferencia del resto de producciones, no se trata de una ópera puramente de cámara, ya que dura tres horas. Sin embargo, Assunto Nese considera que “es la ópera bufa por excelencia”, ideal para celebrar el quinto aniversario. Cuando fue estrenada en Viena, gustó tanto al emperador Leopoldo II que invitó a cenar a toda la compañía y luego pidió que la volvieran a representar para él. Haciendo una analogía, los Amigos de la Ópera de Sarrià han decidido reducir la ópera a dos horas y media y conservar los dos actos para, durante el entreacto, hacer una gran cena en el exterior del teatro y recordar la anécdota . Un fin de fiesta de bandera y, sin duda, una de las producciones más ambiciosas de estos cinco años de existencia. La mayoría de los cantantes, pero, aún están por confirmar.

Por segunda edición consecutiva, los alumnos de segundo y tercer curso de la escuela de diseño ELISAVA han desarrollado la escenografía de las tres óperas de la temporada. “Con esta colaboración nos ha abierto un mundo porque la escenografía siempre nos ha costado”, remarca Nese. Además, refuerza la voluntad pedagógica de los Amigos de la Ópera de Sarrià: potenciar que estudiantes universitarios puedan realizar proyectos reales en el aula, por un lado, y llenar el vacío que se abre cuando los cantantes dejan atrás el conservatorio y han de dar el salto a los grandes teatros, por la otra.


Fotos: Teatre de Sarrià, Irene Mas, Roberto Maietta, Jorge Franco i Carles Pachón durant un assaig de La scala di seta © Joan Monton. 

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