Critica

Quartet Casals-Melnikov y Mehldau-Bostridge en la Cambra de L’Auditori

04-02-2019

El Quartet Casals vuelve un año más en L’Auditori, en este caso con una de las estrellas mundiales del piano, el ruso Alenxandr Melnikov, para interpretar el Quinteto para piano de Johannes Brahms. Completarán el programa una pieza de Haydn, el Cuarteto de cuerda en Do mayor y otra de Bartók, el Cuarteto de cuerda núm. 1. El concierto tendrá lugar el sábado 9 de febrero, a las 19 h. También vuelve el Retrato de Artista de Jazz, el 26 de febrero, en la sala Oriol Martorell de L’Auditori, con la actuación del pianista y compositor Brad Mehldau y el tenor Ian Bostridge, que supondrá la presentación del ciclo de lieder que el músico ha compuesto para el cantante británico.

El Quartet Casals, la prestigiosa formación de cuerda formada por Vera Martínez, violín, Abel Tomás, violín, Jonathan Brown, viola, y Arnau Tomás, violonchelo, se une en esta ocasión con la gran estrella del piano Alexandr Melnikov (Moscú, 1973), para interpretar una obra maestra de Johannes Brahms y de la música de cámara, el Quinteto con piano en Fa menor. Con el difícil equilibrio tímbrico que logra a pesar de las constantes superposiciones de voces que aparecen en los temas, es una obra de una exquisita precisión que perfila las diversas líneas melódicas individuales que confluyen, con un protagonismo compartido por las cuerdas y el piano. Es especialmente destacable el último movimiento, empapado de romanticismo, con alusiones a la tristeza, a la angustia y al sentimiento trágico. Escrita en 1864 y publicada al año siguiente, la gestación de la obra fue bastante compleja por el afán perfeccionista del compositor, dado que en principio era un quinteto de cuerda que posteriormente se transcribió en una sonata para dos pianos, hasta que, a instancias del director de orquesta Hermann Levi y de la pianista Clara Schumann, que tenía una gran ascendencia sobre Brahms, la pieza se convertiría en el quinteto de cuerda con piano que, para muchos críticos es uno de los momentos más sublimes de la música del genio de Hamburgo. Consta de cuatro movimientos: 1) Allegro ma non troppo, 2) Andante, un poco adagio, 3) Scherzo. Allegro, y 4) Finale. Poco sostenuto.
 
El concierto arrancará, de hecho, con el Cuarteto de cuerda en Do mayor, nº 3, “El pájaro”, op. 33, de Joseph Haydn, que forma parte de los “seis cuartetos rusos” que el compositor de la primera escuela de Viena escribió durante el verano y el otoño de 1781. El apodo del le viene de que el primer movimiento se inicia con una melodía con notas repetidas del primer violín y ornamentos que recuerdan el canto de un pájaro, lo que se repite el movimiento final. La pieza consta de cuatro movimientos: 1) Allegro moderato, 2) Scherzo. Allegretto, 3) Adagio ma non troppo, 4) Finale: Rondo-Presto. Cabe recordar que estos cuartetos de Haydn tienen una gran importancia en la historia de la música para que abrían una nueva vía compositiva que inspiró los famosos Cuartetos dedicados a Haydn, de Mozart.
 
Si Haydn se puede considerar uno de los fundadores de los cuartetos de cuerda, Bela Bartók es, sin duda, su gran renovador durante la primera mitad del siglo XX. Su Cuarteto de cuerda nº 1, op. 7, escrito en 1909, es el primero de los seis cuartetos de cuerda que escribiría en un arco temporal de treinta años. Se trata de un triple homenaje: la violinista húngara Stefi Geyer, en la tradición de la música popular de su país y al Cuarteto de cuerda núm. 14 de Beethoven. Consta de tres movimientos, sin interrupciones: 1) Lento, 2) Allegretto y 3) Introduzione. Allegro-Allegro vivace.
 
El Retrato de Artista de Jazz 2019 presenta Brad Mehldau, el gran pianista y compositor estadounidense, que acompañará al aclamado tenor inglés Ian Bostridge, para quien ha compuesto el ciclo de canciones que presentarán en la Sala 2 Oriol Martorell. Son textos y temas que giran en torno a la naturaleza del deseo, el amor y la adoración.
 
Brad Mehldau es un músico singular, con una interpretación y un estilo bastante influenciados por la música clásica, por Bach, Beethoven, Brahms y, especialmente, Schubert, aunque recientemente ha declarado: “En los últimos años estoy jugando cada vez más a Bach y Brahms, con su música que te puede llenar toda la vida, que te enseña a trabajar diferentes voces, a desarrollar tu técnica”. Al mismo tiempo, hay en su obra una reflexión sobre la historia intelectual, particularmente la alemana, en vez de Goethe y Freud, Rilke y Thomas Mann, una aproximación musical al concepto de Sehnsucht, “anhelo”, “deseo “. Para que este impulso más allá de nosotros que nos caracteriza como humanos es el eje vertebrador de la última música de Mehldau. Su colaboración con el tenor lírico Ian Bostridge, el gran especialista en Britten, Schubert y Schumann, nace a raíz de verse actuar en Alemania en 2015 y de su mutua admiración y reconocimiento artístico. El resultado es el espléndido ciclo de canciones que el dúo presentará en público en todo el mundo, a lo largo del año 2019, donde se combinan las nuevas composiciones de Mehldau en clave de jazz con uno de los mejores ciclos de canciones del Romanticismo germánico : Dichterliebe, de Robert Schumann, sobre textos de Heinrich Heine.
 

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Aina Vega Rofes
Aina Vega i Rofes
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