Critica

Diamantes en bruto

11-03-2019

El pasado miércoles 6 de febrero tuvo lugar en el Conservatorio del Liceo, y dentro del ciclo “Cámara Liceo”, una masterclass de la soprano Lisette Oropesa, la voz que está triunfando en su encarnación de la protagonista de Rodelinda en el escenario de la Rambla. Es por tanto una oportunidad de gran valor poder contar con la maestría de una voz que ha sido exaltada unánimemente por público y crítica estos mismos días. Como mencionábamos en otro artículo, su carácter cercano, amable y simpático volvió a hechizar tanto las afortunadas alumnos (todas chicas) como también el público asistente que llenó la sala de orquesta del edificio de la calle Nou de la Rambla.

La soprano Elsa Correa comenzó con el aria de las joyas del Fausto y el lied “Heiss mich night Reden” de Hugo Wolf, seguida de la también soprano Laura Elena López que interpretó el aria “Tutto è gioia” que canta Lisa a la Sonnambula de Bellini, un aria bien complicada si tenemos en cuenta que abre la ópera con unas grandes exigencias técnicas, como la misma Oropesa remarcó. Anna Guasch continuó con dos arias de Donna Elvira del Don Giovanni mozartiano, donde se trabajó la profundización de este carácter tan fascinante de mujer noble que sucumbe a los encantos del disoluto Don Juan.
 
La primera gran sorpresa de la tarde llegó con la interpretación que la soprano Leonor Martínez hizo de la delicadísima a de Ilia, “Zeffiretti lusinghieri”, del Idomeneo de Mozart (como vemos, el genio de Salzburgo fue una constante durante toda la tarde). La belleza del sonido y la sensibilidad con que la joven cantante afrontó el aria maravilló a todo el mundo. La misma Oropesa quedó boquiabierta: -¡ Sumblime! – exclamó terminada la extraordinaria interpretación, recomendando incluso a Martínez el estudio íntegro de la parte de Ilia, donde se vislumbran grandes éxitos para la incipiente soprano. Quizás el aria de Susanna “Deh vieni, non tardar” que interpretó a continuación era demasiado grave para su tesitura cristalina, pero Oropesa la guió en una mayor fantasía en el colorismo vocal.
 
Imponente ve la de Violeta Alarcón en el aria de Giulietta “Morte io non temo” de I Capuleti ed y Montecchi de Bellini. Quizás con un comprensible exceso de nervios, su interpretación patín de un cierto encorsetamiento. Los consejos fueron de tomarse más tiempo, de dejar que las notas fluyan en el discurso etéreo tan típico de la vocalidad belcantista. También visiblemente nerviosa interpretó la soprano Judit Prados la complicada aria “Ach, ich fühl s” de La flauta mágica. En este caso se realizó un trabajo anatómico sobre el apoyo diafragmático, interesantísimo e ilustrativo para todos aquellos desconocedores de la técnica vocal.
 
Alba Martínez, soprano de figura menuda pero extraordinarias dotes para la coloratura, se atrevió con la extensa aria Ophélie al Hamlet de Thomas (obra que por cierto, disfrutamos al día siguiente en el Liceo en la interpretación de la mediática Diana Damrau) . No podemos hacer nada más que aplaudir el extraordinario dominio técnico de Alba Martínez y su implicación dramática. No pudimos evitar recordar a la añorada Nathalie Dessay, con la que Martínez comparte apariencia y vocalidad, siendo el su referente, según nos confesó la propia cantante posteriormente. Con Oropesa se liman algunos defectos de pronunciación y se incide en un mayor control de la relajación en la extenuante partitura.
 
La última cantante fue Camila Rodríguez interpretando de nuevo el aria de salida de Donna Elvira. Una voz importante y agradable, que sorprendentemente sufría de una cierta oscuridad en algunos pasajes por un uso inadecuado de la lengua y el paladar; en este aspecto, Oropesa hizo una gran disquisición muy ilustrativa, una vez más, para todos los asistentes.
 
Las casi cuatro horas de clase pasaron como un suspiro ante talento tan joven y recomendaciones amenos al tiempo que específicos de Lisette Oropesa, siempre afable y con una fina ironía (despertando sonoras risas en diferentes momentos) sobre este mundo tan mitificado al mismo tiempo que fascinante que es la ópera.

Foto: Conservatori del Liceu

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *