Critica

El Cosmos Quartet y sus influencias

18-06-2019

El Cosmos Quartet, creado por cuatro jóvenes intérpretes en el año 2014, nos presenta su nuevo disco “Influences”, producido por Seed Music, grabado en el Auditorio Axa de Barcelona otoño de 2018 e interpretado con instrumentos ideados y construidos por el lutier David Bagué para los integrantes del cuarteto.

El disco “Influences”, primer disco grabado por el Cuarteto Cosmos, presenta de manera clara y concisa el repertorio de cabecera de la formación y sus intérpretes, como si se tratara de un álbum de fotografías predilectas en que se puede vislumbrar la influencia histórica de ciertos autores sobre Helena Satué y Bernat Prat (violinistas), Lara Fernández (violista) y Oriol Prat (violonchelista). Dentro de esta acertada selección encontramos Franz Joseph Haydn, Johannes Brahms y Raquel García-Tomás, tres artistas que forman el conglomerado de influencias creativas que ha empujado el Cosmos Quartet a grabar su primer disco.

En el mismo disco se puede encontrar un libro que, muy amablemente, guía la lectora por las aguas de la musicología más canónica, haciendo especial énfasis en los personajes ya citados y sus propias influencias, conectando Haydn con Bach, Brahms con Beethoven y García-Tomás con Schönberg y todo lo demás.

La primera pieza de la grabación, el Cuarteto en Mi bemol mayor, op. 64 nº6 publicado en 1791, demuestra la calidad técnica del conjunto, que desde un buen inicio dibuja las líneas melódicas que Haydn evocó en su cuarteto de cuerda. El clasicismo armónico y rítmico de la pieza de Haydn queda descrito de manera delicada por los intérpretes que, a lo largo del primer movimiento, Allegro, abordan cada frase con seguridad y gracia. Las formas musicales de Haydn, sobre todo las de cámara, suelen requerir una técnica impecable por parte de los y las intérpretes, que se han de acercarse con la justa medida de solidez y elegancia, de vibrato y de dinámicas. El segundo movimiento, Andante, es atacado de manera clara y concisa en cada frase, aportando un dramatismo delicioso al movimiento más delicado de la obra. El Minuet – Allegretto – Trio o tercer movimiento, retoma la desenvoltura del primer para dibujar la danza que inicia el movimiento y, ahora salta, las cuerdas más agudas van tejiendo unas melodías por encima del violonchelo que transforman la danza antigua en un allegretto, por volver al punto inicial y acabar creando un trío. El último movimiento, Finale. Presto, es abordado por los intérpretes con una energía renovada, manteniendo el espíritu ligero del tercer movimiento y la elegancia de los anteriores. El Finale suena, según el Cosmos Quartet, como algo ligero y dramático a la vez, ágil y veloz pero bien sólido, con un discurso musical bien trabajado que cierra la primera influencia musical del Cuarteto.

La segunda obra elegida por el Cosmos Quartet es el Cuarteto nº3 en Si bemol mayor, op. 67 de Johannes Brahms, publicado en 1875. La obra hace avanzar al oyente en el tiempo y se planta lleno romanticismo de la mano de uno de los grandes compositores de la época, compositor que según el libreto bebe, en este caso, de la influencia de Beethoven.

El Vivace o primer movimiento de la obra coloca el oído en un espacio muy diferente de la anterior pieza; el juego de armonías y la tensión dramática del movimiento pasan de la delicadeza contenida del clasicismo a la pasión romántica y se mantienen a lo largo de un movimiento interpretado magistralmente por el joven cuarteto, creando una intriga musical fantástica que se sostiene en buena parte de la obra. El Andante deja atrás la agilidad del primero pero permanece en el espacio cargado de dramatismo que los miembros del cuarteto han urdido inicialmente; las melodías del segundo movimiento, tan propias de la época, son ejecutadas haciendo especial énfasis en el cojín armónico pero sin abandonar el oleaje rítmico. El trabajo individual de cada voz queda puesto de relieve en los pasajes más delicados, pasajes en los que la sincronía entre intérpretes aprecia más claramente.

El Agitato o tercer movimiento de la obra toma velocidad y el oleaje del movimiento anterior parece abalanzarse; el dramatismo es tal desde el primer movimiento, que no parece crecer especialmente en este tercero, sino que se mantiene y a medida que el movimiento se va desplegando y se acerca al cuarto y final, parece serenarse. El Poco Allegretto con Variazioni es una muestra más del temple de los intérpretes; este movimiento con variaciones tiene una forma similar a aquellas más clásicas pero un tratamiento de lo más romántico y casi moderno, por lo tanto es del todo acertado que se encuentre a medio camino entre la primera y la última influencia de la grabación. El último movimiento de esta pieza, en manos del Cosmos Quartet, suena casi como una sonata concertante, cada uno de los y las intérpretes expone su discurso musical de manera concisa y establece un diálogo con los compañeros, creando de esta manera algo bonito y fugaz, como si se tratara talmente de una conversación entre amistades. Queda atrás el dramatismo previo.

La pieza que cierra el disco es la primera grabación de la obra […] così mostraste a ley y vivi Ardo di miei […] de la compositora catalana Raquel García-Tomás, una obra compuesta durante los años 2008 y 2018 y escrita a partir de la pieza Sfogava con le stelle de Claudio Monteverdi. El madrigal que inspira la autora trata la historia de un amante que se desahoga con las estrellas y les pide que muestren, a la persona que ama, su ardiente pasión: “Del mismo modo muéstrele a ella los vivos fuegos de mi pasión “. La obra de García-Tomás comienza como si se tratara de una batalla entre arcos y cuerdas, entre armonías, entre resina y cerdas, entre armónicos; cuando la tensión parece insostenible, aparece el tema del madrigal Monteverdi, interpretado con todos los pormenores propios del renacimiento y con una claridad excepcional. No aparece para quedarse, pero. El tema renacentista juega con los sonidos del inicio, como si la tinta del manuscrito original hubiera quedado escurrida, y violines, viola y violonchelo parecen estar a merced del viaje en el tiempo sin acabar de encontrar el punto de llegada.
Los matices sonoros que García-Tomás aporta a la obra enriquecen la escucha de una manera exquisita; golpes de arco, glissandi, armónicos, dobles cuerdas, todos ellos hermanados con el renacimiento con una naturalidad magistral.



Fotos: Cosmos Quartet. Seed Music. 

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