Critica

La OSV, la orquesta de los músicos y con más carácter territorial

18-07-2019

Ayer se presentó de forma oficial la temporada de la Orquestra Simfònica del Vallès, con conciertos veraniegos y novedades estructurales que afectan a la Temporada de Amics de l’Òpera de Sabadell y Vespres d’Arnadí y una temporada de infarto, la 24ª de Simfònics al Palau, marcada por el año Beethoven.

Jordi Cos comenzó el desayuno haciendo una reivindicación: “Somos la única orquesta del Estado donde los músicos tienen voz para poder decidir su futuro. Invitamos a otras orquestas a que den la misma voz a sus músicos. Así es como nosotros hemos sobrevivido a 33 años de historia”. La Orquestra Simfònica del Vallès tiene mucha presencia en grandes equipamientos como el Palau de la Música Catalana, donde desarrollará la 24ª temporada de Simfònics al Palau, en el Gran Teatre del Liceu, con producciones de ballet, pero también por 30 ciudades de Cataluña (un 82% de la actividad se realiza fuera de Barcelona recorriendo 11.000 km en todo el territorio), lo que la convierte en un proyecto estratégico para la Generalitat. Además, la mayoría de solistas son catalanes y se está haciendo un esfuerzo de rejuvenecimiento del plantel para afrontar la “segunda generación OSV” que, en parte, viene de la Jove Orquestra Simfònica del Vallès, a pesar de que constantemente se hacen audiciones para mantener el máximo nivel.
 
El director titular desde hace un año, Xavier Puig, confiesa que esta temporada ha hecho “más trabajo de cocina que de escenario”, esforzándose para que los músicos ls sintieran próximo. Remarcó la versatilidad de la OSV, que hace que pueda tener un desarrollo de públicos muy favorable, llegando a mucha gente diferente, desde la ópera a la sinfónica, las bandas sonoras, la danza o la música barroca, con Vespres d’Arnadí. Está contento de que esta pasada temporada se invitaran directores jóvenes que, junto con el resto, han hecho que “se alcance una media de edad muy baja”. “Los directores jóvenes hacen versiones dinámicas”, aseguró, y cree que es muy importante los retos que se enfocan con el año Beethoven pero también hay que velar por el patrimonio catalán, que todavía es un reto pendiente.
 
Esta temporada que se inicia viene marcada por dos grandes alianzas, la fusión con los Amics de l’Òpera de Sabadell, que “ha sido nuestra madre”, creando, así, Òpera de Catalunya, una entidad que tendrá mucha más fuerza y presencia y alcanzará muchos más objetivos, uno de ellos, el saneamiento económico de la entidad de Mirna Lacambra. La otra es el intercambio con Vespres d’Arnadí, que pasa a formar parte de la programación de la OSV, incorporando parte del repertorio que la sinfónica no puede hacer por razones estructurales y artísticas, a cambio de llevar la gestión de la orquesta barroca a nivel de comunicación y ticketing. Cos afirmó que “este modelo cooperativo debería ser más habitual en Cataluña, donde hay muchas orquestas que acaban compitiendo por llevarse conciertos”. De hecho, afirma que “cuanto más aliados tienes más competitivo eres”, siempre conservando la personalidad propia. Este verano podremos escuchar a la OSV en el Puerto de Barcelona, ​​el Gran Teatre del Liceu, el Festival Castell de Peralada, el Festival de Música de la Cerdanya, en el Festival de Torroella de Montgrí y en las Fiestas de la Mercè.
 
A pesar del titular del artículo, este texto trata, esencialmente, sobre los Simfònics al Palau, que presenta varios ejes que hemos denominado: Beethoven, la Primera Escuela de Viena, Entorno al Cristianismo, Romanticismo, siglos XX y XXI de la OSV y Vespres d’Arnadí.
 
Beethoven
 
En 2020 se conmemora el 250 aniversario del nacimiento del compositor de Bonn, que ensanchó los límites del Clasicismo y abrió la puerta al Romanticismo, marcando, de forma definitiva, la música occidental. El 21 de septiembre, la OSV interpretará su Obertura Egmont, op. 84, música incidental para la tragedia Egmont de Johann W. von Goethe que trata de la vida y heroicidad de un noble de las Diecisiete Provincias, uno de los tres mil condenados a muerte por el Duque de Alba. En plenas guerras napoleónicas, Beethoven se manifestó contrario a la entronización de Napoleón. En la obertura ya podemos encontrar la expresión de las convicciones políticas de Beethoven a través de la exaltación del sacrificio heroico de un hombre condenado a muerte por haber tomado una postura valerosa en contra de la opresión. A continuación, con el Cor Jove del Palau de la Música Catalana, Ulrike Haller, soprano y Robert Holzer, bajo, interpretarán la poco conocida Cantata sobre la muerte de José II, WoO 87 (Auf den Tod der Kaiser), una obra de juventud (tenía 19) que será tachada por Brahms así: “El bello y noble pathos sublime en su sentimiento e imaginación, la intensidad, la tal vez violenta expresión, por otro lado la voz principal y la declamación y en los dos movimientos extremos, todas las características que podemos asociar a sus obras posteriores”. El concierto, dirigido por el maestro Salvador Mas, gran conocedor de Beethoven, acabará volviendo a la época de las guerras napoleónicas, con la Sinfonía núm. 5, en Do menor, op. 67, tal vez, la obra más conocida, marcada por la angustia que le causaba la sordera y en su período de furia creativa.
 
Posteriormente, el 1 de febrero, tendrá lugar el concierto “El pi4no de Beethoven”, donde interpretará el Concierto para piano núm. 4, en Sol mayor, op. 58, con Olga Scheps como solista, una obra de gran belleza y riqueza tímbrica y estimulante inventiva melódica que será dirigida por Víctor Pablo Pérez. Beethoven acabará la temporada el 30 de mayo con la otra gran sinfonía que escribió, que incorpora el coro y trata del hermanamiento de los pueblos. La Sinfonía núm. 9 en Re menor, op. 125, “Coral” se interpretará, en este caso, con la traducción de Joan Maragall y contará con la participación de Marga Cloquell, soprano, Tànit Bono, mezzosoprano, Roger Padullés, tenor, Carles Pachón, bajo, que actuarán junto con el Orfeó Català, el Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana, bajo la dirección del titular, Xavier Puig.
 

Primera Escuela de Viena
 
Para ser justos, habríamos tenido que incluir el apartado anterior al del Erste Wiener Schule, formada por Haydn, Mozart y Beethoven, pero dada la importancia de la efeméride, ahora tratamos a los vieneses. El 16 de mayo, junto con el Concierto para violonchelo e instrumentos de viento de Gulda con Arnau Tomás como solista, se interpretarán las sinfonías más célebres de Haydn, que van desde el primer movimiento de la parisina Sinfonía núm. 83, “Gallina”, la Sinfonía núm. 94, “Sorpresa”, con el famoso tema del segundo movimiento de una elegancia refinada y sencillez cristalina, el tercer movimiento de la Sinfonía núm. 47, “Palíndromo”, que recibe este nombre por el “Minuetto al Riverso”, la segunda parte del minué es como la primera pero al revés y, finalmente, el cuarto movimiento de la Sinfonía núm. 45, “de los Adioses”, que tiene un finale estallante. Todo, dirigido por Víctor Pablo Pérez.
 
Mozart estará presente el 28 de abril de 2020 con la tremenda obertura de Don Giovanni, llena de dramatismo, que ilustra a la perfección las pasiones bajas del personaje. Además, se interpretará la Sinfonía concertante, en Mi bemol mayor, KV 364, de gran lirismo, y la conocida Sinfonía núm. 38, en Re mayor, KV 504, “Praga”, con un inicio expansivo que se vuelve juguetón, de frases expansivas y posterior dramatismo. La OSV la interpretará con Tobias Lea, viola y Brigit Kolar, violín y directora.
 
Entorno al Cristianismo
 
La OSV presenta dos programas con aroma religioso, Los 7 Pecados Capitales y los Stabat Mater de Verdi y Rossini. El primero tiene lugar el 18 de enero y se ha tejido con la complicidad de Ramon Gener, que hará de presentador del concierto y también nos obsequiará con fragmentos cantados. El concierto de Los 7 Pecados Capitales, dirigido por Xavier Puig, tratará la ira con la temible aria de la Reina de la Noche de La flauta mágica de Mozart, la envidia con el preludio del segundo acto de Parsifal de Wagner, mistérico y evocador de la pugna por el yelmo, la lujuria, con los excesos de la Suite de Lady Macbeth de Mtsensk de Xostakóvtix, el orgullo, con la majestuosa y opulenta Marcha Pompa y Circunstancia núm. 1 de Elgar, la gula, representada por el seductor ballet de El cascanueces de Tchaikovsky, la maravillosa pereza del fauno de Debussy, rodeado por una atmósfera que no nos deja levantar de la silla con el Preludio a la siesta de un fauno y la avaricia que encontramos explícitamente a la canción “If I were a richman”, del musical El violinista en el tejado de Harnick y Bock.
 
La otra cita es en Semana Santa, con obras que tratan el sufrimiento de María al pie de la cruz. El 18 de abril, Núria Vilà, soprano, Marta Valero, mezzo, David Alegret, tenor, Toni Marsol, bajo, Coros del territorio, Cor Lieder Cámara y bajo la dirección del titular nuevamente interpretarán el Stabat Mater de Verdi, escrito para cuatro voces solistas mixtas y gran orquesta, con mucha presencia de cromatismos. Las partes melódicas, similares a las arias, contrastan con las que están a capella con gestos dramáticos. También se interpretará una selección del Stabat Mater de Rossini, obra poco representada y que corresponde a la época de madurez del compositor. Con su mágica fusión de sentida solemnidad y devoción con el drama teatral y melodías alegres, puede ser considerada una de las obras cenit de Rossini, con una fuerza expresiva demoledora.
 

 
Romanticismo
 
El Romanticismo se manifiesta el 5 de octubre con Dvořák y su Sinfonía núm. 9, en Mi menor, op. 95, “del Nuevo Mundo” (1893), compuesta cuando el artista aterrizó en Estados Unidos, en plena eclosión artística y recogiendo herencia americana de los indios con técnicas modernas en cuanto al ritmo, armonización, diseño contrapuntístico y color orquestal. Muy diferente es la obra de Sarasate, Fantasía sobre temas de 'Carmen' de Bizet, de un folclorismo muy depurado, como Aires gitanos. Victor Pablo Pérez estará a la dirección y Benjamin Schmid al violín solista. El mismo director llevará la batuta del 1 de febrero con la Sinfonía núm. 2, en Re mayor, op. 73, compuesta por progresión de intervalos y pequeñas células motívicas que se desarrollan como organismos vivos. Además, el 21 y 22 de diciembre, el Festival de valses y danzas incluye obras de la familia Strauss, Wien, Wien nur du allein de Sieczynski y Verdi, con Sara Blanch y Elena Copons como sopranos, bajo la dirección de Andrés Salado. El 29 de febrero vuelve un clásico en el Palau, con La traviata de Verdi en concierto con el Cor Associació d’Amics de l’Òpera de Sabadell y Xavier Puig, que nos obsequiarán con la historia de la Dama de las camelias, Violetta, la mujer libre constreñida por las convenciones sociales.
 
Siglos XX y XXI con la OSV
 
Nos congratulamos de la presencia de autores contemporáneos como Benjamin Britten o Xavier Montsalvatge: el 5 de octubre podremos escuchar Mont Juic, suite de danzas catalanas, op. 12, del autor inglés, bajo la dirección de Victor Pablo Pérez y con Benjamin Schmid al violín. Es un homenaje a Cataluña en plena Guerra Civil española y estrenada por la Orquesta Sinfónica de la BBC. El Festival de valses y danzas será muy interesante también por la inclusión de Lehár -a caballo entre dos siglos-, Anderson y Montsalvatge, de quien se tocará la Canción para dormir a un negrito y, el 30 de mayo, la Orquesta Sinfónica del Vallès & Orfeó Català & Cor de Cambra del Palau interpretan también el Cant espiritual a partir del texto de Maragall, que es una exaltación de la vida, de la naturaleza y de la belleza trasladada magistralmente en música.
 
De carácter más popular, y por ser lo más plurales posibles, nos encontramos con una cita con el maestro John Williams y la música de muchas de sus películas el 16 de noviembre (Summon the heroes, Munich “A prayer for Peace”, Jaws, El patriota, Harry Potter Suite, Jurassic Park, Tribute to the film Composers, 1941 March, The Schindler list, Encuentros en la tercera fase, Star Wars) con Salvador Vidal, actor, bajo la batuta de Rubén Gimeno. En la misma línea divulgativa, el 14 de diciembre se celebra Èxits de Dàmaris Gelabert en format simfònic: Bon diaEls dies de la setmanaQui sóc jo y el estreno de la canción L’hora de l’orquestra, una fiesta en familia junto a Dámaris Gelabert, cantante, el Cor Petits del Orfeó Català, el Cor Mitjans del Orfeó Català y los arreglos de Alex Martínez, con Xavier Puig como director.
 
Vespres d’Arnadí
 
El 14 de marzo, la formación encabezada por Dani Espasa y que ahora colabora de forma estrecha con la OSV ofrece un concierto con Nuria Rial, soprano, y Xavier Sabata, contratenor. Interpretarán el Concerto Grosso núm. 12, en Re menor de Geminiani, que empieza muy lírico y en tono menor y luego enlaza con fragmentos de gran virtuosismo pero con cierto aire tosco. El resto del programa está dedicado a Georg Friedrich Händel, empezando por Amarillo Vezzosi, HWV 82, “Il Duello amoroso”, de gran inventiva melódica, el Concerto Grosso, HWV 318, en Do mayor “Alexander 's Feast”, lleno de vida y energía, además de una selección de arias y duetos como “Cara sposa”, “Piangerò la sorte mia”, “Vivi, tiranno”, “Io t'abraccio” que harán las delicias del público.

 Fotos: Xavier Puig, Orquestra simfónica del Vallés, Salvador Mas, Rubén Gimeno.

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