Cámara

‘Ànima romàntica’. Experiencia integral en Sant Benet

05-08-2019

Desde el pasado 12 de julio y hasta el 7 de septiembre, cada viernes y sábado de verano a las 22.00h podemos disfrutar de un recorrido sensorial por el Monestir de Sant Benet con música en directo que intenta desvelar el alma romántica que hay en este espacio que Ramon Casas convirtió en su residencia de verano. La experiencia a cargo de un trío de cuerdas con el asesoramiento del pianista Lluís Grané.

Món Sant Benet es un espacio anclado en nuestra historia desde que la familia de Ramon Casas convirtió este antiguo monasterio medieval en su residencia de verano. Poco a poco, la naturaleza se apoderó del claustro, de los patios y de todo el entorno. Este es un elemento netamente romántico que recupera Puig y Cadafalch con el ferviente interés por mantener el aroma decimonónica de los paisajes de Friedrich, también asociado a la búsqueda de los orígenes de nuestra cultura en la Edad Media, un momento de pureza subvertido posteriormente por clasicismo y sobre todo por el Barroco.
 
Pero este volver a las raíces también está en línea con el espíritu renovador y transgresor que atravesó Europa fin-de-sciècle con el Art Nouveau, el Arts & Craft, la Sessessión, el Jugendstil y el Modernismo, corrientes artísticas directamente ligadas a la Gesamtkunstwerk wagneriana, con el sueño de reunir arquitectura, arte y música en un solo espacio. Misticismo, espiritualidad, soledad del hombre frente a la creación de Dios son elementos que, efectivamente, nos atan a la obra de Wagner, especialmente el Tannhäuser, que busca el perdón de Dios y la redención final a través de la peregrinación y del arrepentimiento. El Coro de Peregrinos de Wagner, por tanto, suena de fondo acompañando al espectador.
 
La Fundació Catalunya-La Pedrera presenta la primera edición de una actividad de verano que quiere preservar esta “alma romántica” a través de un recorrido por el monasterio con proyecciones de obras pictóricas, música grabada y, sobre todo, mucha buena música en directo con un ambientación muy sugerente. “El alma romántica de Món Sant Benet” se plantea al visitante como una experiencia inmersiva, emocional, un recorrido sensorial. Chopin suena desde el piano de la biblioteca, y un claro de luna baña el claustro donde se proyectan los paisajes crepusculares y nocturnos de Caspar David Friedrich, con un repertorio que se centra en el Romanticismo alemán, con Schubert y Beethoven. Además, en Món Sant Benet aún se conservan las partituras de Chopin y Beethoven que se interpretaban en el piano en la biblioteca, en el sobreclaustro, y que debían llenar de música todos los rincones del monasterio.
 
Schubert y Beethoven suenan, en directo, de la mano de un trío de cuerda formado por violonchelo, violín y viola integrado por “jóvenes músicos talentosos” del ESMUC gracias al asesoramiento musical del pianista Lluís Grané, ex participante del programa residencias Musicales de la Fundació Catalunya la Pedrera y con una amplia trayectoria profesional en el mundo de la música. Sin duda, una de las figuras emergentes del panorama pianístico actual. Del 12 de julio al 10 de agosto podemos disfrutar de Javier González, violín, Johan Gregory Rodón, viola y Laura Isbert, violonchelo. Y del 16 de agosto al 7 de septiembre nos acompañarán Marçal Pàmies, violín, Marina Soler, viola y Claudia Romero, violonchelo.
 
En esta primera edición se interpretará el Trío op. 3 núm. 1 (movimiento I) en Mi bemol mayor de Ludwig van Beethoven, pieza vivaz que da mucho juego a los intérpretes y adopta un aire de nocturno muy acogedor y que se tocará en el Patio de la Cruz. Posteriormente, la Serenata en Re Mayor op. 8 (I-Marcia y III-Adagio), también de Beethoven, sonará en la Galería de Montserrat, con células que se van repitiendo con variaciones y tutti contundentes a pesar del sonido envolvente que desprende la obra. Y, en la Bodega, el protagonista es Franz Schubert, concretamente, el primer y el segundo movimiento del Trío D. 581, que son un ejemplo de divertido diálogo musical lleno de lirismo ya la vez transmiten la serenidad idónea para la actividad nocturna.
 
La idea de Lluís Grané es “recuperar el patrimonio y hacer un homenaje cultural”. El pianista explica que ya conocía Món Sant Benet, y está también ligado a La Pedrera porque fue el primero en hacer un concierto en las Residencias Musicales. Conociendo el lugar y la atmósfera, vio claro el filón de reforzar el hecho de que un monasterio del siglo X fuera recuperado por Casas y, por tanto, quiso hacer una visita con un ambiente enfocado al Romanticismo. “El handicap es que el Romanticismo musical hay mucha voz, piano u orquesta sinfónica, pero no podíamos contar con ello, porque debían ser músicas pensadas por los diferentes escenarios de la ruta”. La formación de violín, viola y violonchelo es perfecta a nivel práctico porque “si se incluye voz se necesita piano y si es sola es un instrumento muy delicado”, comenta. Además, “traté de no tener que buscar arreglos, sino obras compuestas originalmente por esta formación, que se puede desplazar fácilmente por los espacios”, explica.
 
Cuando el repertorio se acorta, “me decidí por los grandes y que fueran germanos”. Un ejemplo de que todo tiene una concepción muy trabajada detrás es que la idea romántica de las ruinas está presente porque la visita pasa por el cementerio del monasterio: “Se busca una experiencia completa llena de estímulos en un escenario muy bucólico”. Además, según afirma Grané, la acústica es muy buena y de lo que se trata es de “descubrir”. Hay detalles muy bien pensados ​​como que la música para piano tiene continuidad musical y relación tonal entre la obra grabada y la música que sonará a continuación. Y, para redondear la velada, la propuesta plantea la posibilidad de contratar el pack con la actividad y una comida y estancia en el Hotel Món****s.


Fotos: Món Sant Benet, Lluís Grané. 

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Aina Vega Rofes
Aina Vega i Rofes
Editora
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