Òpera

Paco Azorín: “Si este estilo de vida lo escoge libremente, yo no me siento capaz de juzgarla”

03-08-2019

El Festival de Peralada se moderniza este año con una nueva producción de La traviata firmada por Paco Azorín. El espectáculo, que se estrena el día 5 de agosto en el Festival de Peralada, contará con la Orquesta Sinfónica del Gran Teatre del Liceu, dirigida por Riccardo Frizza, el Coro Intermezzo y un cast muy interesante: Ekaterina Bakanova interpretará Violetta Valéry, René Barbera será Alfredo Germont y Quinn Kelsey será Giorgio Germont.

Hablamos con Paco Azorín, el director de escena que firma la nueva producción de La traviata, un espectáculo que toma el feminismo como bandera y pretende lavar la cara a uno de los títulos fundamentales del repertorio operístico que, como tantos otros títulos, se despliega alrededor de la desgracia femenina. En este caso concreto, Azorín propuesta un punto de vista innovador sobre la ópera y convertir a la extraviada en una mujer fuerte y poderosa.

Mar Medinyà: Me gustaría que nos explicaras que hace que esta Traviata sea feminista.
Paco Azorín: La hace feminista el hecho de que el enfoque tome como punto de partida el punto de vista de Violetta Valéry. Tradicionalmente, la perspectiva de esta ópera ha sido siempre la de los hombres en general, y la de Giorgio Germont en particular. Desde la mirada de ellos, nosotros la tildamos de extraviada, de mujer perdida, que no tiene futuro, porque eso es lo que piensa Germont; ahora bien, si se le aplica un giro de 180 grados y aportamos una nueva óptica (la de ella), la protagonista deja de ser una mujer perdida por ser una mujer absolutamente libre.

MM: En tu opinión, ¿qué significa libre, en este contexto?
PA
: Libre para mí significa que el personaje de Violetta es libre de pensamiento, libre de acción, es una mujer que no necesita un hombre a su lado para decidir nada, y me gustaría hacer un paréntesis: últimamente se habla por todas partes de la libertad de expresión, pero en mi opinión la libertad de pensamiento es mucho más poderosa e importante. Es decir, Violetta es una mujer absolutamente libre en lo que piensa y lo que hace. El 100% de las decisiones que toma a lo largo de la ópera las toma libremente.

MM: Es libre a nivel de decisiones pero no deja de prostituirse y por tanto depender (sobre todo económicamente) de los hombres.
PA: Si, nosotros hemos propuesto una puesta en escena contemporánea pensando no tanto en el hecho de que ella sea una prostituta (ya que yo no creo que para hablar del tema la ópera adecuada sea La traviata, creo que hay óperas más interesantes para tratar este tema) sino que a mí me gusta hablar de una mantenida. Una mujer que vive de los hombres, que tiene dinero, que no tiene una profesión particular, sino que vive de los hombres que tiene al borde. Si este estilo de vida lo escoge libremente, yo no me siento capaz de juzgarla.

MM: El hecho de pretender convertir esta ópera en feminista no os ha hecho tener más en cuenta la visibilización de las professionales del sector? En el equipo artístico hay dos mujeres de un total de 12 personas.
PA
: Absolutamente de acuerdo. Hay una parte del equipo que depende de mí exclusivamente, y otra que no, pero en cualquier caso hay una falta de presencia femenina, seguro.

MM: ¿Qué novedades podremos ver en el personaje de Violetta Valéry?
PA: Yo creo que hay un enfoque innovador y muy importante: Violetta es una mujer absolutamente fuerte y, sobre todo, que no perdona. El segundo cuadro del II acto, cuando Alfredo la desprecia públicamente y le tira un puñado de dinero, el cuadro suele solucionarse con el perdón de Violetta, que tiernamente le ofrece a Alfredo. Yo he aplicado una mirada muy firme y no puedo dejar de ver Alfredo como un maltratador, que hiere y humilla la protagonista. Ella, en este caso, no lo perdonará tan fácilmente, sino que se mantendrá firme.

Fotos: Paco Azorín

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