Cámara

Las residencias estelares de la Pedrera. Albert Cano Smit y el Cosmos Quartet.

19-09-2019

La temporada clásica de La Pedrera se inauguró con el concierto que ofrecieron el joven pianista Albert Cano Smit y el Cosmos Quartet, un concierto que abrió las Residencias Musicales de la Pedrera de este nuevo curso, dentro de las cuales se enmarca la presencia del joven pianista. El concierto tuvo lugar el dia 15 de septiembre en el Auditori de La Pedrera.

El pianista Albert Cano Smit, actualmente alumno de la Juilliard School de Nueva York, inaugura el octavo ciclo de conciertos de los residentes en La Pedrera acompañado del Cosmos Quartet, un joven cuarteto formado por Helena Satué, Bernat Prat, Lara Fernández y Oriol Prat, que parece haber robado el corazón del público catalán, y merecidamente. El programa contó con tres obras para cuerda y piano que mostraron al público tres facetas bien distintas del ensemble creado para la ocasión.
 
Primeramente fue el turno del cuarteto en La menor de Gustav Mahler, un cuarteto escrito en un solo movimiento (nicht zu schnell) para piano, violín, viola y violonchelo que hizo de puente estilístico entre la primera y la segunda parte del concierto, estableciendo conexiones que deberían escucharse a lo largo de la velada, entre las obras de Shostakóvich y Schumann. El dramatismo de la pieza fue abordado magistralmente por los intérpretes y, aunque en algunos momentos Albert Cano pareció ir a remolque de los tres cuartos restantes del cuarteto, la interpretación del conjunto fue bien interesante, haciendo énfasis en el diálogo musical entre los cuatro instrumentos, creando una tensión musical que fue madurando a lo largo del concierto.
 
La segunda pieza del programa, interpretada por el quinteto al completo, fue el Quinteto para piano y cuerdas, Op. 57 de Shostakovich. La pieza, escrita en 1940 y estrenada por el mismo compositor, recibió una cálida acogida en su momento, y es que el viaje sonoro creado por el compositor ruso transporta el oído a través de la historia de la música hasta plantarse en la modernidad más absoluta. Otra vez se hizo patente la distancia entre el cuarteto y el pianista, a pesar de las poderosas intervenciones de Albert Cano; quizá el hecho de tratarse de una pieza que podría considerarse para cuarteto y piano acompañante, creó una división ilusoria entre la cuerda frotada y la percutida.
 
Después de una corta pausa el quinteto reapareció en escena para ofrecer el Quinteto para piano y cuerdas, op. 44 de Robert Schumann y de esta manera volver al romanticismo que, de alguna manera, se había anunciado con el cuarteto mahleriano. El diálogo entre los cinco intérpretes recuperó el espíritu de tertulia musical y endulzó el ambiente con una pieza considerada como uno de los greatest hits de la música de cámara.
El entendimiento entre los cinco miembros del ensemble, creado para la ocasión, se hizo evidente desde un buen inicio y se solidificó a lo largo del concierto; la compenetración del cuarteto y la musicalidad del joven pianista crearon una sonoridad impecable que fue in crescendo y que, gracias al romanticismo edulcorado de Schumann, dejó el auditorio sumergido en cotofluixos sonoros, listo para ovacionar la maestría de los cinco talentos musicales.


Fotos: Cosmos Quartet, Albert Cano Smit. 
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