Cámara

Homenaje al lutier David Bagué

20-09-2019

El pasado 16 de septiembre el Palau de la Generalitat se vistió de gala para homenajear el lutier David Bagué y su trayectoria profesional. Las personalidades habituales del mundo de la cultura catalana se encontraron para rendir homenaje al lutier catalán, que hizo acto de presencia junto con el Presidente Quim Torra y la consejera de cultura, Mariàngela Villalonga.

Cuando todo el mundo estaba sentado Jaume Ayats, director del Museo de la Música, se acercó al escenario y dijo unas palabras muy sentidas sobre la figura del maestro lutier, así como sobre la historia de los instrumentos de cuerda y el papel de la lutería catalana dentro de esta. Terminado su discurso, fue el turno de Ferran Sáez, filósofo, escritor y profesor de la Universidad Ramon Llull, quien recuperó el hilo de Ayats para aportar un punto crítico, manifestando la necesidad imperiosa de las instituciones de crear conexiones con y entre los artistas, artesanos e intérpretes, que hacen que la cultura sea algo vivo. Por último, David Bagué ocupó el escenario para decir unas pocas palabras de agradecimiento para el acto de reconocimiento y dio paso a los jóvenes músicos del Cosmos Quartet, todos ellos con instrumentos Bagué en mano.

Una vez Helena Satué, Bernat Prat, Lara Fernández y Oriol Prat se colocaron sobre el escenario, la parte musical del homenaje tomó forma. El programa elegido para la ocasión recogió la esencia del disco que el joven cuarteto ha estrenado este año. La primera pieza que interpretaron fue el Cuarteto de cuerda nº 6, Op. 64 en Mi bemol mayor, de Joseph Haydn. Como era de esperar la acústica del espacio transformó la música en algo casi eclesiástico, lo que no asustó los intérpretes sino que les brindó la posibilidad de lucirse aún más con los fantásticos instrumentos de Bagué, protagonistas indiscutibles de la velada .
 
Por último, el Cosmos Quartet hizo una degustación del Cuarteto de cuerda nº 3, Op. 67 en Si bemol mayor de Johannes Brahms, en este caso del segundo movimiento, Andante. El carácter juguetón de Haydn dio paso al romanticismo casi solemne de Brahms y cerró la velada de homenaje con un aire ceremonioso que, enmarcado por las pinturas al fresco del Salón de Sant Jordi, dejó en el ambiente un sabor palaciego.

Fotos: Barcelona Clàssica

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