Cámara

El Palau hace gala de actualidad con el Ciclo de Intérpretes Catalanes

17-10-2019

El ciclo Intérpretes Catalanes del Palau de la Música tiene un gran valor dentro de la programación de la institución. Es una apuesta firme por los intérpretes del territorio con una carrera ya consolidada y que merecen ser programados en casa, así como que el público catalán pueda descubrir y disfrutar del buen nivel en que se encuentran muchos de nuestros intérpretes. Está compuesto principalmente por agrupaciones camerísticas, si bien, también tienen cabida ensembles o solistas. Estas formaciones dan pie a un repertorio muy variado a lo largo de la temporada, y que sea uno de los ciclos con más presencia de música contemporánea.

Hablaremos de tres conciertos de este ciclo: L’Ensemble Simfònic de la ESMUC (24 de octubre a las 19:00), BCN216 & Ernest Martínez-Izquierdo (9 de enero a las 20:00) y Lassus Quartett (3 de marzo a las 20:00). El Ensemble Simfònic de la ESMUC nos ofrecerá un concierto íntegro con música contemporánea, es una de las formaciones de grandes conjuntos de la Escuela Superior en el que los jóvenes se acercan y trabajan repertorio de vanguardia. En este concierto nos ofrecerán una obra de Edgard Varèse, Déserts, y con proyecciones de Bill Viola, videoartista invitado esta temporada por el Palau y que lo encontraremos de forma transversal en toda la programación propia. La obra de Varèse, pese a no ser de la máxima actualidad (1954) mantiene un espíritu muy contemporáneo, primeramente porque fue una obra de progreso para la utilización por primera vez de cintas magnéticas para crear unos interludios. Esto se debe a que Varèse tenía la necesidad de encontrar instrumentos del futuro, consideraba la cuerda obsoleta para aportar nuevos timbres y recursos, de ahí que utiliza para la obra instrumentos de viento, piano y percusión, instrumentos no tan explotados ni llevados tanto en el extremo durante el siglo pasado, que aún tenían mucho que ofrecer y desarrollar. El porqué de esta búsqueda de nuevos instrumentos tiene un trasfondo que encontraremos de diversas maneras a lo largo del concierto: La importancia del timbre como elemento fundamental de las composiciones por encima de la melodía. Es un recorrido que abrimos a principios del siglo XX con la música francesa y que todavía estamos recorriendo en la actualidad. Pero el espíritu de actualidad de la obra de Varèse también se mantiene en la necesidad de reproducir la sociedad contemporánea de su momento, que realmente no dista mucho del nuestro. Déserts no sólo hace referencia a todos los desiertos físicos imaginables, sino sobre todo a aquellos metafísicos, a las lagunas de nuestra mente. En su momento refiriéndose a los recuerdos atroces de la segunda guerra mundial, que se intentaba olvidar. Actualmente podríamos hablar de las guerras que pasan lejos de casa, que conocemos, pero que nos desentendemos de ellas y también almacenamos en un rincón bien lejano de nuestra cabeza.
 
A continuación, seguirán dos obras de los dos compositores residentes del Palau de este año: L’argent com viu de Joan Magrané y Freie Stücke de Jörg Widmann. La obra de Magrané contará con el solista Pedro Méndez, antiguo alumno de la ESMUC, en el saxo soprano. El título de la obra hace referencia a dicha ser un azogue que se utilizaba para referirse a una persona de carácter nervioso. También busca una imagen de literalidad con el azogue, el mercurio, siendo así una obra sinuosa, viscosa y con muchas pequeñas sombras y luces. Está escrita utilizando un gran número de técnicas extendidas no sólo en el saxo solista, también se encuentran en los otros instrumentos del ensemble. En el caso de esta obra, el timbre también es la parte fundamental. Evidentemente, el saxo como solista tiene una escritura melódica, pero no en el concepto melódico romántico o clásico, sino que ésta está al servicio del timbre. Las texturas internas, el movimiento de la melodía y las notas que la conforman no son tanto por sí mismas si no para crear un efecto de destellos y de movimiento continuos que construyen la obra. Es una composición que fascina e hipnotiza al espectador igual como lo hacía este metal en épocas antiguas.
 
Los diez movimientos de la obra de Widmann son un homenaje a su maestro Wolfgang Rihm, en este caso también la cuestión tímbrica es la más importante sobre la mesa, en la que el uso de diferentes armonías, instrumentos y dinámicas sirven a la tímbrica y no al revés, con unas claras reminiscencias ligetianes. Se evidencia una cierta similitud con Magrané en el modo de resaltar esto, haciendo notar el decalaix de años entre la obra de Varèse, que necesita el recurso del sonido organizado para tener unas reglas sobre las que poder escribir, y la actualidad.
 
El concierto de BCN 216 tendrá un formato de homenaje a Joan Guinjoan cuando hará un año que nos dejó. El repertorio escogido es una gran muestra de la diversidad y riqueza de lenguajes en la escritura de Guinjoan, con una serie de obras que de no saberlo podría pasar desapercibido por el oyente o incluso sorprendió que fueran de un mismo compositor. Las cuatro obras que interpretará la formación BCN 216 bajo la dirección de Martínez-Izquierdo son a la vez varios homenajes que hizo el maestro Guinjoan. Las dos primeras en grupos instrumentales con quien tenía un gran vínculo y relación. GIC 79 hace referencia al Grupo Instrumental Catalán (el setenta y nueve es el año de composición, ya que con anterioridad había escrito otra obra titulada igual) conjunto que promovían la música de los compositores de su actualidad y con especial cuidado sobre los del territorio. Del mismo modo, BCN 216 ha tomado el relevo de agrupación profesional dedicada exclusivamente a la interpretación de la música contemporánea, y la segunda obra lleva como título el nombre de esta agrupación. La yuxtaposición de colores y la gran densidad de la obra la convierten en muy compleja y sorprendente.
 
La siguiente obra, Recordando a Chopin, contrasta principalmente por el hecho de ser una obra para piano, pero también en la escritura, en la que encontramos resabios no sólo evidentemente de Chopin, sino también de la música francesa para piano de todo el largo del siglo XX, con unos resabios de Debussy y de Messiaen, pero también en gran medida de Ligeti y del jazz. Finalmente el concierto acabará con Homenaje a Carmen Amaya, una obra para grupo de percusión que pasa del misticismo a la exuberancia y pasión desenfrenada que mostraba la bailaora, con claras alusiones a la música flamenca, como la utilización de palos flamencos, escalas propias, imitaciones del rasgao e incluso el ruido del taconeo.
 
El concierto del Lassus Quartet nos vuelve de nuevo a Magrané y Widmann. La obra de Magrané es su Cuarteto núm. 1 (revisión 2019), obra originariamente del 2012 de la que nos ofrecerán el estreno de la revisión. Será muy interesante ver la evolución de esta obra, escrita en los inicios de la consolidación del compositor y de qué manera puede ser transformada, pudiendo ver así el paso de los años y la maduración en la escritura de Magrané.
 
Referente a Widmann, interpretarán el Cuarteto núm. 3 'The Hunt' seguido del Cuarteto núm. 17, en Si bemol mayor, KV 458 con apodo homónimo de Mozart. Esta comparación será muy interesante, ya que pasaremos de una caza figurativa (también sería el mismo caso en el cuarteto de Haydn), en el que la alusión a la caza se debe a una escritura que imita a las trompas respecto al ritmo, y los intervalos; a una caza sin perder esta tradición va más allá y pasa a ser una caza literal. Cabe destacar la importancia de la performatividad y la reivindicación de la música como arte escénica de la obra, así como también la cita musical con la que comienza, que proviene del último número de las Papillons, op. 2 de R. Schumann vuelta a melodía folclórica de donde provenía originariamente. Contiene grandes choques entre lenguajes, con melodías o fragmentos con referencia al clasicismo que son brutalmente interrumpidos por un lenguaje contemporáneo cargado de agresividad. Una obra de gran impacto en la que en el final uno de los miembros del cuarteto es el cazado.
 
Tenemos una gran suerte de no encontrar compositores como Magrané y Widmann programados como una curiosidad de una sola vez, sino a lo largo de toda la temporada y en varias formaciones, ya que esto nos permite descubrirlos realmente, como es en el caso de estos conciertos en que las obras son de un mismo compositor son muy contrastantes entre ellas y nos muestran diferentes facetas. Porque la música contemporánea debe dejar de ser un cliché musical concreto, y sea abanderada y avalada, sobre todo, su riqueza y diversidad.

Fotos: Martínez-Izquierdo, Magrané, Widmann.
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Aina Vega Rofes
Aina Vega i Rofes
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