Lied

Anna Alàs i Jové: “Quiero provocar una catarsis en el espectador”

02-11-2019

El dúo de la mezzosoprano terrassenca Anna Alàs i Jové y el pianista Alexander Fleischer trabaja de manera regular y rigurosa desde hace más de una década, cuando se conocieron en la clase de lied de Wolfram Rieger, uno de los pianistas con más renombre internacional actualmente en el campo de la música vocal de cámara. Su intensa dedicación al mundo de la canción les ha llevado a forjar un extensísimo repertorio de autores alemanes, franceses, anglosajones, catalanes y españoles, ya alcanzar metas como el 2º Premio del prestigioso Concurso Internacional de Lied del Hugo-Wolf -Akademie (Stuttgart) de 2010, además de varios reconocimientos artísticos individuales. Hablamos con Anna Alàs i Jové, que nos presenta el disco Legacy (SEED 006), un álbum de canción catalana y española con obras de Mompou, Montsalvatge, Toldrà, Falla y Magrané. La presentación del disco tendrá lugar el próximo 20 de febrero de 2020.

¿Cuál es el origen y el concepto de Legacy?
Nació a partir de bastantes elementos que confluyeron. Uno, que este año hace diez que somos un dúo con el Alexander Fleischer. La anécdota es que fue Rieger quien nos juntó y encajamos tan bien. Aunque somos muy diferentes, a nivel musical queremos llegar a las mismas metas. Y también hay una buena amistad. Yo soy muy defensora del dúo de lied. Todo el mundo da por supuesto que haya cuartetos, quintetos que tienen unos miembros estables y es impensable que se mezclen con otros, a menos que pase algo que lo fuerce. Los dúos también hacen un trabajo de cámara de conocerse, de intuirse las maneras de hacer y las sensibilidades. Yo he estudiado con dúos y lo tengo muy madurado. De vez entrenar juntos los conciertos atreves a ser más espontánea. Hay cosas pactadas, pero hay momentos que sabes que si aguantas un segundo más de silencio esto emocionará la sala y el pianista te seguirá. Es imprescindible entender la respiración, pero en nuestro caso va más allá, casi es telepatía.
 
¿El repertorio ya estaba madurado?
Sí, y, de hecho, lo que queríamos era mostrar qué pasa cuando llevas diez años trabajando la capacidad camerística. El repertorio lo hicimos mucho en 2012, aquel increíble aniversario de Lamote de Grignon, Blancafort, Mompou, Toldrà y Motsalvatge y claro, podíamos haber grabado repertorio alemán, porque tenemos más, mucho más que catalán y castellano, pero yo quería reivindicar la gran calidad de este repertorio, que no es secundario, con buenos poemas, melodías preciosas, y hacerlo con la cabeza alta y no esperar que te lo haga otro. Además, esta línea de discos están muy cuidados, hay mucha calidad de sonido, es un trabajo muy digno.
 
¿Puedes comentar el triple objetivo del disco y de qué legado estamos hablando?
El legado que se reinventa es el compositivo, el legado que perdura es el de estas intérpretes de finales del siglo XIX y XX que han mantenido viva la canción catalana y española, y el legado que caduca es el aviso de cuánto tiempo seguiremos escuchando estas canciones. Debemos seguir grabando e interpretando este repertorio, y las instituciones tienen que poner las pilas.
 
Por lo tanto, este disco tiene una vertiente reivindicativa.
Sí, como David Alegret o Roger Padullés también lo hacen. Los liederistas nos olemos entre nosotros, por cómo tratas la melodía y los colores. Sin ir más lejos, Elena Copons también hace muy buen trabajo. No puede ser casualidad que haya tanta voz catalana interesada en el lied. Alguien nos ha enredado a todos, nos ha inoculado el virus, y se debe cuidar y tiene mucha grandeza. Y este disco arrastra otros discos; por ejemplo, la Asociación Joan Manén hace una gran labor de difusión, por lo tanto, reivindico desde mi disco, pero es extrapolable a otros ejemplos cercanos que también merecen consideración.
 
¿Y el legado que se reinventa?
Si quieres hablar de un legado debes hablar del legado compositivo del pasado y también nueva composición, porque tienes que enseñar que el legado está vivo. Los compositores están escribiendo, podemos escuchar las canciones pero no están suficientemente programadas. ¿Por qué los catalanes tenemos esta obsesión con el lied? Realmente, respecto al resto del Estado estamos mucho más interesados. Al ESMUC hay ahora el máster de lied, por qué en los años 80 el doctor Roch le dieron ganas de montar la Schubertíada? He investigado y me he centrado en las mujeres, simplemente porque yo lo soy, y me encontré desde la Mercè Plantada, que Stravinski y Strauss la tenían como un mito, Victoria de los Ángeles, Conxita Badia, la Caballé… en Catalunya hay un gran foco que llega también a la tradición pedagógica. Entonces fui tirando de los hilos de quien había enseñado a quién y fui a parar a Maria Dolors Aldea, Anna Ricci, Carmen Bustamante, el virus ha ido sobreviviendo a la posguerra y nos ha llegado al siglo XXI. Además, vi que en las salas y las instituciones apoyaban mucho a los cantantes catalanes y a los compositores, al nivel de los internacionales. A través de las generaciones ha ido ilusionante el colectivo, pero hacia dónde? Qué cantantes hay que hagan repertorio catalán o castellano ahora en salas principales? Lo tenemos que hacer nosotros o que vengan los de fuera y que hagan inmersión. Si no haces inmersión no puedes cantarlo. Es lo que he hecho yo en Alemania.
 
¿Como ha sido el proceso de grabación? A nivel musical hay un gran conocimiento de los autores, poetas, compositores, pero, además, el disco es de gran calidad, no sólo a nivel de escoger el programa sino que suena muy bien.
Técnicamente es espectacular. En este sentido, Santi Barguñó ha hecho un gran trabajo y estoy muy contenta de la confianza que hace la discográfica Seed Music. Yo considero que mi voz no es fácil de grabar, aunque me he formado palabra intensamente en el lied. Yo tengo una faceta muy expresiva, recordemos Diàlegs de Tirant e Carmesina, que rayaba el histrionismo, pero tengo más matices en la canción. La teatralidad es uno de los recursos que más he desarrollado, por lo tanto sabía que también terminaría en la ópera. La mía no es una voz enorme, pero lo he suplido con mucha proyección y optimización. A la hora de grabar el instrumento puede resultar incisivo, la resonancia sale. En cuanto a la parte artística, ya lo habíamos interpretado en público, excepto Falla, y es un lujo, porque actualmente, primero es saca el disco. Nosotros teníamos esta madurez. Nos lo pasamos tan bien! De los mejores momentos de mi vida artística, nos sentíamos tan protegidos al Espai Ter de Torroella…
 
También es cierto que en el proceso final de un proyecto hay un cierto sufrimiento …
Sí, por ejemplo, no me podía poner enferma, o encontrar fechas para grabar es muy difícil. Y es necesario que la voz aguante muchas horas el nivel de concierto, que vas al límite. Hay que encontrar la homogeneidad en la grabación.
 
Realmente la atmósfera que se ha conseguido es muy unitaria.
Esto se debe a esta tarea de cámara. En los inicios vivimos ambos miembros del dúo en la misma ciudad y fue fundamental.
 
¿Con qué compositores del disco te sientes más cómoda?
Con Toldrà, por ejemplo, que al ser una mezzo con facilidad para el agudo no me pone el dedo en la llaga, con una voz con muchos armónicos y terrenal, con espesor, aunque me permite hacer sutilezas. Lo que es positivo para el mundo del arte es que los artistas se nos reconozca una originalidad y personalidad. Mi voz se reconoce. Pero me da la sensación de que ahora el mercado está castigando esto, que busca una uniformidad. Por ejemplo, de las mezzos no quieren el brillo, cuando en realidad esto da inteligibilidad al texto. Quieren que te enroques en una oscuridad normativa que te obliga el mercado, si te enrocas pierdes matices. No tengo claro que me haya favorecido la originalidad del instrumento.
 
¿Crees que el conocimiento de la lengua y la cultura es especialmente importante en el lied por la importancia de la dicción?
También en la ópera, debes tener claros los colores de las vocales, también debes tener en cuenta la prosodia del idioma, aunque si el material es bueno ya estará. Es impresionante como escribe Monteverdi. Aprendes italiano cantándolo. Con el alemán es extremo, al igual que el inglés. Un idioma te ha de pertenecer. Yo no soy capaz de memorizar sin saber los idiomas, por eso he invertido muchos años de mi vida en las lenguas. La pronunciación debes aprender de alemanes, pero luego lo tienes que llevar a tu idioma y tienes que reeducar la lengua como músculo. Entre intérpretes catalanes tenemos nuestros trucos que nos vamos transmitiendo para cantar claro sin romper el legato. Las consonantes explotan muy rápido en la comisura de los labios, pero no molestan. Y entonces la cultura. Al principio cantaba las canciones alemanas con la pasión latina. Con el tiempo fui asimilando que la pasión alemana iba por otros canales. Sin embargo compartimos ser culturas discretas y reservadas.
 
Entonces te has tenido que mimetizarse con el paisaje.
Es interesante que hables de paisaje, porque cuando vas en tren por Alemania ves todos aquellos árboles delgados y a la vez densos, y empiezas a entender las metáforas. Para los alemanes las hierbas, la naturaleza, caminar por el bosque es deporte nacional, el bosque es la fuente principal de inspiración para la poesía. Es un lugar de confort y de sanación, hablan del Doktor Wald. Te das cuenta que en Catalunya nos automedicamos mucho.
 
Decías que Cataluña y Alemania tienen este bajo torrente emocional, esta serenidad contenida, en contraposición con la música italiana o la más exuberante española.
La italianidad es el legato, los rubatos, emoción, emoción, emoción. Y si esto lo quieres poner en un repertorio alemán te dicen el adjetivo “demasiado sentimental”. En su momento no lo entendí como algo negativo. No cogen la raíz de Gefühl, sino que Sentimental lo dicen con cierto punto negativo: “Exageradamente sentimental”. Ellos quieren que les insinúes, por eso su humor es importante pero pequeñito e irónico, no es el inglés ni el catalán. Los alemanes y los austriacos son diferentes, pero lo que les une mucho es cómo enfocan la música.
 
¿Qué ha pasado en Cataluña?
Ves la pasión de Catalunya hacia Alemania y como se hizo el traspaso hacia el Noucentisme, la pasión por Wagner, por Schubert, traducidos al catalán… había una inercia muy singular. Creo que todavía hay mucha voluntad que sea en Barcelona, ​​pero debe estar arraigada en el territorio. El intérprete autóctono arrastra público autóctono. Mi círculo social sólo va al Liceu cuando canto yo. Tenemos un tejido asociativo enorme y la sociedad responde si la apelas.
 
Este disco es un homenaje al legado que nos han dejado los mejores compositores catalanes de canción del siglo XX, pero también del XXI. ¿Como explicas que la obra de Joan Magrané no desentone estilísticamente?
Magrané bebe mucho de Mompou, aparte de toda la tradición medievalista –Diàlegs de Tirant e Carmesina no tienen nada que ver con el ciclo de canciones que nos ha dedicado. Decidimos que la relación Magrané-Mompou no fuera evidente y, por tanto, no vimos enlazarlos, ya que no es necesario explicitar claramente la línea de Mompou a Magrané porque ya está presente. Sin embargo, queríamos hacer un producto con entidad y, por tanto, que se difuminan los límites entre uno y otro. Al ver el resultado final hicimos notar que la primera canción de Montsalvatge, que empieza muy poco tensa, con un ritmo caribeño, exuberante pero sin excederse en los motivos, encaja muy bien con la última canción del Magrané. Por lo tanto, encontramos la manera que no quedara disuelto entre las sonoridades de Mompou. Las de Joan son piezas muy sensuales, como las de Montsalvatge, y Mompou tiene lo etéreo e íntimo que también tiene el Joan. Encaja todo.
 
Deberíamos hablar con Joan Magrané, de esto, que es tan erudito. ¿Qué se esconde detrás?
Yo quería una pieza suya en el disco y, en efecto, está ubicado en “El legado que se reinventa”. Ya sabía que él podía encajar, pero no esperaba que fuera tan ideal, a veces tienes sorpresas extra.
 
Los Diàlegs es una música mucho más articulada, hay más violencia compositiva y el uso de la voz al ciclo de canciones es diferente. Has utilizado el término “sensual”.
La primera diferencia es el recitativo seco, este quedarse la palabra desnuda, recurso muy de Monteverdi. Las canciones son más melódicas, es un no parar de intervalos, de línea que se estira y te evoca una imagen determinada. La segunda diferencia es obviamente que en una canción todo ocurre en menos tiempo que en una ópera. Y efectivamente tienen en común la sensualidad, por ejemplo en Leda y por supuesto en los roles de Plaerdemavida (insinuando) y la Vídua Reposada (explícita). Joan te lleva a entender el poema, como todo buen compositor. Un poema bien escrito tiene rincones de significado, colores, metáforas, matices, a pesar de la lectura personal de cada uno.
 
En su juventud, Schönberg decía que sólo por el sonido de la primera frase ya entendías el poema. Cuando músicas la poesía la estás explicando.
Esta es la diversión de este género y lo que me tiene tan pegada es todo el margen de creatividad que tienes removiendo los elementos del texto y de la música. Cuando está bien hecho entiendes por qué ese acuerdo tiene este color, por la palabra que designa para agrandar el que el poeta pretendía. Hay poetas que no quieren que se les musiquen los poemas, es cómo hacer la película de un cuadro. Pero creo que si una composición se hace desde la humildad de servir el poema tanto por parte del compositor como del intérprete, hay números que salga bien.
 
¿Cómo está el panorama lírico en Catalunya?
Estamos subiendo una hornada de voces increíble, entre el low cost de viajes y la Unión Europea que facilita ir a estudiar fuera, estos nuevos nombres que presentan los principales escenarios catalanes son compañeros míos de clase en Berlín y nos profesábamos admiración mutua. Parece que nuestras instituciones no lo acaban de descubrir, digerir y entender. Somos los herederos de un legado muy potente. Cantantes como Enriqueta Tarrés que llegó al Metropolitan, pero ha habido muchas a lo largo del siglo XX. Para nosotros es natural hasta que te encuentras con un techo de cristal, alguien arriba no le parece tan natural. Esta situación ha hecho que muchos hayamos dicho: “me voy”, porque en el extranjero me quieren becar, me quieren escuchar cantar, que me perfeccione en un opera studio, formatos que en Catalunya y España no arrancan. El trabajo bien hecho no tiene fronteras, y de ahí salen nombres como Xavier Sabata o Nuria Rial, que cantan por toda Europa.
 
¿Es imprescindible marcharse, pues?
Muchos no nos hemos podido quedar al menos una fase de la carrera en Catalunya, pero los que se quedan tienen que encontrar vías de colaboración con el extranjero como ha hecho por ejemplo María Hinojosa. No es imprescindible irse, pero todos tenemos que abrir la puerta al extranjero para tener oportunidades para madurar.
 
¿Hay un retroceso a nivel institucional?
Sí, porque en las aulas se sigue enseñando lied, pero puede llevar a frustración. Los grandes concursos internacionales el único repertorio que contemplan es básicamente el alemán, y en menor medida el inglés, el francés… a veces puedes colocar una canción catalana. Pero es normal que si estos concursos se nutren de este repertorio, también lo hace el circuito entero. Y por tanto, los intérpretes impulsados ​​son los alemanes, los ingleses, los americanos y los franceses. ¿Hacia dónde vamos? ¿Dónde está el camino de la profesionalización? Si no se da espacio a los intérpretes catalanes y españoles perderemos el repertorio.
 
Qué es lo que te gustaría que la gente recibiera del disco.
Emociones. Punto. Quiero que desconecten y se queden cautivados, ya sea mientras realizan una actividad o en un estado meditativo. Es una forma poética de hablar de entretenimiento. Entretenimiento también significa que te están sacando de tu cotidianidad. La parte emocional y comunicativa es muy importante, que se enamoren de los compositores y los poetas. Tengo mucha tendencia a recoger al público, a comunicar, es el impulso íntimo personal que me ha hecho ir hacia el escenario. Y también si puedo ayudar a crear alguna catarsis emocional, esto es sublime. Y para lograrlo no hay que tener miedo a violentar.

Fotos: Portada Legacy, Anna Alàs i Jové, Alexander Fleischer, Isabella Gaudí, Josep-Ramon Olivé. ©Núria Gómez, Michal Novak, Montse Capdevila. 

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Aina Vega Rofes
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