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Una apuesta valiente, un sueño hecho realidad

27-11-2019

El viernes 15 de noviembre la soprano Anaïs Oliveras, acompañada de Jordi Domènech, presentó en la Sala d’Assaig del Orfeó Català su primer disco, un Stabat Mater de Boccherini editado por Enchiriadis con acompañamiento de Guadalupe del Moral (violín) , Elisabeth Bataller (violín), Jordi Armengol (viola), Oleguer Aymamí (cello) y Xavier Puertas (contrabajo), todos jóvenes intérpretes especializados en música barroca.

Sacar un disco físico hoy en día es hacer una apuesta por el detalle, la simbología y el tiempo en una era que, como todos sabemos, es digital, frenética y se mira con una cierta altura de miras todo lo que sea permanente y duradero. La gracia, pero, de publicar una grabación en estos tiempos de modernidad líquida es el hecho de poder cuidar todo el procedimiento de producción, y me atrevería a decir que detrás de este volumen las decisiones han sido meditadas, como mínimo, con cariño. Desde la relación que Oliveras tiene con la obra (y con el compositor) hasta la fotografía de la portada, pasando por el prólogo de Juan Carlos Asensio y llegando al acercamiento interpretativo de todos los músicos; es sin duda una publicación pensada y trabajada desde la admiración. De hecho, en la presentación del viernes pasado, la soprano describió el hecho de haber publicado este CD como «un sueño hecho realidad».

Se trata del primer disco que Oliveras publica en primera persona; si bien había colaborado en otras grabaciones, este Stabat Mater de Boccherini (1781) es una carta de presentación, la inauguración de su discografía en solitario. La grabación se llevó a cabo en la Atlàntida de Vic y es allí mismo donde se realizará el concierto de presentación el próximo día 20 de diciembre.

El peso de este texto litúrgico en la historia de la música sobrepasa lo meramente religioso desde prácticamente el momento de su creación en el s.XIV y apela a lo más sentimental. La letra habla desde la contemplación, está pensada para ser acompañada con ilustraciones y música para que la emoción que quiere transmitir llegue por diferentes sentidos: en la presentación del disco, Asensio citó a Quevedo, “escuchar con los ojos”.

El texto, un poema con una versificación de una serie de estrofas de tres versos, retrata la escena del calvario desde el punto de vista de la madre que sufre con gran dramatismo. Esta imagen inspiró numerosos compositores del Renacimiento y los llevó a la creación de obras ligadas a la vez al mundo profano y el sacro. En ese momento, Boccherini se encontraba trabajando como compositor de cámara y violonchelista del niño Luís de Borbón a su palacio de Arenas de San Pedro y gozaba de una libertad suficiente como para musicar el texto utilizando la división de estrofas tradicional. El resultado es el de una gran expresividad y un acercamiento místico que en algunos casos se ha considerado mayor que en la versión posterior del 1800.

Con un timbre ligero en las bordaduras más agudas y con carácter y fuerza a los graves; con naturalidad, cuerpo e inteligencia, Oliveras recorre a lo largo de toda la obra los diferentes estados de cada movimiento, respetando los tempi que piden y dotándolos de una gran autonomía e independencia, aunque queda claro que la obra sólo tiene un sentido completo en su totalidad. Con atención a las consonantes para señalar la base de la que parte el compositor de Lucca, la soprano recorre la obra con respeto pero también con personalidad. El quinteto lo acompaña en un cojín de sonido melancólico y etéreo en los momentos más introspectivos, más pesado, ancho y presente en otros, cuando busca pedir la atención del oyente.

Es una señal de buena salud cultural que los jóvenes intérpretes catalanes sigan viendo con buenos ojos la publicación de una grabación, no sólo como modo de presentarse, sino como toda una declaración de intenciones. Dos ejemplos bastante recientes son la publicación de Bocatto di Cardinale de Víctor Jiménez (aquí el artículo) y Legacy de Anna Alàs i Jové (aquí el artículo). Lo que tienen los tres en común es un estudio muy consciente de la obra y los autores que interpretan, así como una idea muy clara de cómo quieren presentarse ante la crítica, los compañeros de profesión y al público y melómanos en general. Celebramos, pues, las apuestas valientes y de una gran calidad!

Foto: Portada del disco Stabat Mater de Boccherini

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