La Asociación Joan Manén organiza anualmente uno de los ciclos de música más destacados en la programación de la agenda musical barcelonesa por diversas razones.
La primera, la cuidada selección de repertorio, con obras no solo de Joan Manén, sino de todos los compositores catalanes. El resultado son
programas muy alejados de los tópicos que habitualmente se utilizan para llenar las salas. Al contrario: la Asociación, como indica su presidente, el pianista
Daniel Blanch, defiende “una programación hecha por músicos” que pretende “descubrir pequeñas joyas y obras olvidadas” del patrimonio musical catalán. “Los grandes nombres tienen que estar, pero no intentamos crear programas al estilo de las grandes salas “.
La segunda razón por la que destaca el ciclo Joan Manén es la selección de intérpretes. Fundamentalmente son músicos catalanes de primer nivel. “Pero poco a poco nos abrimos a intérpretes extranjeros”, explica Daniel Blanch.
Y, en tercer lugar, hay que decir que el ciclo Joan Manén es una propuesta de conciertos muy asequible, con entradas de 15 euros
(en la edición de 2017). Hay posibilidad de descuentos y los miembros de la Asociación Joan Manén y del Ateneu Barcelonès tienen la entrada gratuita. En este sentido, Daniel Blanch destaca las ventajas de ser socio de la Asociación: “Son siete conciertos por una cuota anual de 30 euros que, además, apoya la labor de recuperación del patrimonio musical”.
La Asociación Joan Manén se creó en 2010 por iniciativa de cuatro músicos que coincidieron en un acto de conmemoración del 125 aniversario del nacimiento de Joan Manén. Daniel Blanch fue uno de ellos: “No entendíamos el porqué del olvido de esta figura, cuando ha sido uno de los violinistas más internacionales, con más de 4.000 conciertos en todo el mundo, y un compositor importantísimo, más famoso en el su tiempo que Albéniz y Granados “-
Como ejemplo de la fascinación que ejerce la figura de Joan Manén, Blanch explica a grandes rasgos su biografía:
“Fue un niño prodigio; el “Mozart” catalán, por su precocidad con el violín y también por la influencia de su padre, que pronto lo centró en los estudios musicales. Joan Manén nunca fue a la escuela, pero con 10 años el padre ya lo llevó de gira por Sudamérica y los 13 años debutaba en el Carnegie Hall de Nueva York “.
La asociación que preside Daniel Blanch, y que ahora ya tiene cerca de 300 socios, ha impulsado varias iniciativas para recuperar la memoria y el legado musical de Joan Manén, como documentales y proyectos de investigación. El ciclo de música catalana que organizan anualmente los permite, además de dar a conocer la música de Joan Manén y de otros compositores catalanes, presentar al público general el resultado de algunos de estos proyectos.
