El Maldà acoge durante todo este mes de noviembre la quinta edición del ciclo “Maldà 1700: música y chocolate”. Se trata de un ciclo de música antigua que se ha ganado su espacio en la agenda cultural de Barcelona gracias a una fórmula diferente a la habitual: conciertos en horario de domingo por la mañana, en un edificio singular como es el Palau Maldà, en un formato de proximidad y, además, con el incentivo gastronómico del chocolate.
Como nos cuenta
Ariadna Cabiró, la idea del ciclo homenajea también
Rafael d’Amat i Cortada, uno de los barones de Maldà más conocidos y residente en el edificio durante el siglo XVIII: “En sus dietarios, el barón explica muchas cosas de la Barcelona de la época y habla de la música, la literatura y el arte. Y también hace referencia a que el chocolate se estaba convirtiendo en una nueva moda gastronómica. “
El apunte histórico sirvió de inspiración para programar un ciclo de música del Renacimiento y el Barroco, que encajara de lleno con el edificio del Palau Palau y, especialmente, con la sala de conciertos, un espacio de aforo limitado a 52 sillas, pero con una acústica especial.
La organización buscó también un horario adecuado a la experiencia y lo encontró en la franja del domingo por la mañana. Como comenta Ariadna,
“hay que ver cómo es la oferta de la ciudad y la verdad es que el horario de domingos a las 12.30 se ha consolidado. Parece que es la hora en que la gente le apetece salir e ir a hacer un vermut o un segundo desayuno. Y esto encaja bien con lo que ofrecemos nosotros “.
Y
lo que ofrece el ciclo del Maldà es buena música, a cargo de formaciones diversas. “Estamos abiertos a todos, desde personas que apenas empiezan a grupos con una carrera consolidada”, explica Ariadna. En la programación de este 2017, vemos formaciones como Vox Harmonica,
Atrium Ensemble o Il gesto armonico, así como un concierto dedicado de forma monográfica a la viola, de la mano de Meritxell Tiana y Nuria Pujolràs, y un recital de arias de Mozart y de Martin y Soler con Jorge Morata y Esteban Mazer. Curiosa también es la Jam Session de música antigua y danza prevista para el 19 de noviembre.
Lo que destaca también la intención de combinar la música con otras experiencias culturales. Así, dos de los conciertos de este año, los de los días 12 y 26, ofrecen, además del concierto, una visita a la Chocolatería Fargas, en la vecina plaza del Pi, en lo que supone una ocasión para ver un obrador artesano de los pocos que se mantienen en Barcelona. Y el día 3 de diciembre combina concierto con un itinerario por la Barcelona del Barón de Maldà a cargo de Musicològics.
