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O Vos Omnes, la Hoguera de las Vanidades

11-02-2020

El pasado martes 4 de febrero se dio inicio al Festival Luces de Antigua de L’Auditori que se celebra por segundo año consecutivo. El concierto inaugural del festival recayó en el ensemble vocal catalán O Vos Omnes, que nos ofreció el espectáculo ‘La Hoguera de las Vanidades’.
 
En Cataluña, a pesar de tener una inmensa tradición coral, hay una gran falta de coros profesionales. O Vos Omnes es uno de esos pocos coros, y sin duda es de entre éstos el que goza de unos cantantes de más alto nivel, como demostraron en este concierto.
 
A pesar de ser un concierto enmarcado dentro del término de “música antigua” (haciendo referencia no sólo al período de las composiciones s. XV y s. XVI, sino también a la búsqueda de la interpretación a partir de criterios musicológicos), presentaba una concepción en cuanto al formato muy contemporánea. Más que de un concierto deberíamos hablar de espectáculo, en el que se defiende la interpretación musical como arte performativa en que los músicos son conscientes de que no sólo actúan como generadores sonoros, sino que el componente visual también es inherente a la interpretación musical.
 
El coro de cámara, a través del repertorio dirigido por Xavier Pastrana, de una puesta en escena que jugaba con los espacios y el movimiento concebida por Iban Beltran, y con la colaboración del actor Quimet Pla; contó la historia de Girolamo Savonarola, monje dominico que difundió e impuso a finales del s. XV en la ciudad de Florencia unas ideas radicales de austeridad y decencia.
 
El concierto consistió, mayoritariamente, en la interpretación de pequeñas piezas en formato camerístico que complementaban las intervenciones de Pla, que dio vida a Savonarola. En estas canciones carnavalescas quedó patente la calidad vocal e interpretativa de todos los miembros que conforman O Vos Omnes, pero fue una lástima que este repertorio no fuera o compositivamente muy interesante o que permitiera hacer un mayor lucimiento de voces. A pesar del alto nivel interpretativo del conjunto (no sólo musical, sino también teatral), debido principalmente a ser ejecutado por unos grandes profesionales, hubo pequeños momentos, en Donna di Dentro della tua casa y el inicio de In su quell’aspro monte, en el que se evidenció alguna inseguridad por parte de los cantantes. La variedad en cuanto a carácter y timbres que aportaron los instrumentistas que los acompañaban (aunque a veces Edwing Garcia con los diversos instrumentos de cuerda polsada se avanzaba y pisaba un poco las respiraciones), sumada a la fuerza dramática de la historia que se narraba y a un gran dinamismo visual del movimiento de los cantantes, hizo que esta primera parte fuese muy amena, algo extremadamente necesario, ya que seguramente este repertorio por sí mismo hubiera resultado poco satisfactorio.
 
En el momento en que el personaje de Savonarola muere, se hizo una extraña pausa, que no estuvo bien gestionada a nivel escénico. El público aplaudía, en gran parte pensando que el espectáculo había terminado, no salía nadie a escena a saludar y después de unos minutos de insistir en aplausos, finalmente el público cesó, no entendiendo que estaba pasando. El escenario vacío, con una luz azul que iluminaba el hábito de Savonarola colgado, continúan pasando minutos de incomprensión. Entonces comienzan a salir técnicos de L’Auditori bajo los mismos focos azules y mueven atriles, sillas e instrumentos. Finalmente sale el coro. La poca finura de este proceso rompió la atmósfera creada de espectáculo continuo y sumergido que se había llevado a cabo hasta el momento.
 
Después de esta parada, ya llegando al final del concierto, pudimos disfrutar por primera vez de escuchar al coro en su totalidad. Interpretaron tres obras, de Richafort, Byrd y des Prez, siendo la obra del compositor inglés, Infelix ego, la más compleja del concierto. En esta obra de duración más larga, se pudo ver cómo se desarrollaba el coro musicalmente. En la pequeña forma el resultado era excelente, las direcciones de cada frase eran pintadas de igual manera por cada cantante con un gusto muy refinado, y los diferentes colores tímbricos de cada cuerda se sucedían con mucha naturalidad. En la gran forma, sin embargo, la música perdía dirección, no estaban claros cuáles eran los puntos de llegada y no había un gran desarrollo, también se echó en falta un poco de flexibilidad en cuanto a tempo y respiraciones.
 
En conclusión, nos encontramos ante un coro que demostró su elevado nivel pero no se pudo mostrar en su máximo esplendor, y de un espectáculo innovador con una historia interesante de fondo, pero que resintió en la interpretación coral, restándole importancia, y en la elección repertorio. A pesar de todo esto, claramente fue uno de los mejores conciertos corales que se han llevado a cabo en la ciudad de Barcelona esta temporada y que hace venir más ganas de escuchar este gran ensemble vocal de nuevo, y poderlos redescubrir en otros contextos .

Foto: O Vos Omnes


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